TELL MAGAZINE JULIO 2022
La pintura es eso: un remedio, un jarabe, algo que puedes usar para hacerle bien a tu espíritu y transportarte a otros universos sin demasiado aparataje”. nito y juntarlo con el aglutinante, que en el caso de la acuarela es goma arábica, que es la resina del árbol de la acacia. El proceso de molienda y mezcla dura cerca de una hora, ahí produzco la pasta que después envaso en unas cubetas de hielo chiquititas donde se tiene que endurecer. “Al principio los hacía en casa, pero luego comen- cé a buscar dónde estaban los pigmentos de co- lor listos que a mí me gustaban para ahorrarme ese trabajo”. EL COLOR COMO PROTAGONISTA Casada con el también artista Víctor Mahana, vive en la misma casa donde creció, en La Reina, “una parcela con un huerto de frutales, en una época donde no había tanta gente y en la que podías andar en bicicleta como los niños de la película ET por todo el barrio y no pasaba nada. Eran otros tiempos. Fue una infancia muy rica y súper conectada con la naturaleza y con los ciclos de los árboles y las estaciones. Mi papá Y lo hizo. Pero en el camino hubo harta investigación y mucho de ensayo y error. Fue un proceso largo; la búsqueda de provee- dores, el desarrollo de fórmulas para cada pigmento, la investi- gación y proceso de producción de colores que no existían en el mercado, como la acuarela de lapislázuli, jaspe rojo y malaquita, que son parte de la historia de la pintura universal que acá no se podían conseguir”. “Cuando empecé a experimentar por mi cuenta, se me abrió un universo muy interesante que no había explorado. Me conseguí con una amiga orfebre piedras de colores, algunas herramientas, les escribí a artistas en el extranjero preguntándoles como crea- ban sus propios colores. Así empecé”. ¿Cómo es el proceso para crear un color de acuarela? Es un proceso bastante largo y laborioso, como lo hacían nues- tros antepasados. Estamos hablando de un mes de trabajo por color. La materia prima de mis acuarelas son piedras trituradas. Primero, tienes que elegir una piedra de color, molerla en un mortero de piedra y luego de porcelana, después cernir el polvo, lavarlo, quitarle todo el mineral que no es el pigmento puro. Esa separación es un proceso bien largo y difícil. Ese polvo debes vol- ver a molerlo con una moleta sobre una superficie de vidrio o gra- 28 Aniversario 20 años - tell .cl
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