TELL MAGAZINE OCTUBRE 2023

o subir en un ascensor turístico que vale la pena por la panorámica. Así llegamos al Palacio Sándor, que desde 2003 es la residencia oficial del presidente de la república. Aquí se puede presenciar el cambio de guardia, que además de ser muy bonito, me recordó a los trajes de Carabineros de Chile. Al lado se encuentra el castillo o palacio de Buda, residencia histórica de los reyes húngaros, también se conoce como Palacio Imperial. Patrimonio de la Humanidad desde 1997, hoy alberga la la Biblioteca Széchenyi, la Galería Nacional Húngara y el Museo de Historia de Budapest. En esta zona otro de los grandes atractivos turísticos es el Bastión de los Pescadores, un espectacular mirador con las mejores vistas de la ciudad. Con numerosas escaleras y paseos, recibió su nombre gracias a un grupo de pescadores que defendieron el lugar en la Edad Media. Muy cerca se encuentra la Iglesia de Matías, una de las iglesias más encantadoras de Europa, por su altar, colores intensos, ventanales y detalles arquitectónicos sorprendentes. Al volver hacia Pest hice un tour en ferri que recorre el Danubio y la ciudad de noche. Con todos los palacios y puentes iluminados es un paseo precioso para sacar fotografías. Ya en el centro recomiendo ir a conocer los bares en ruinas: edificios con más de cien años de antigüedad, llenos de objetos recolectados y distintos ambientes con gastronomía, música y, sobre todo, mucha cerveza. El más famoso es Szimpla Kert, parte de los cien mejores bares, según Lonely Planet. Y para despedirme de Budapest quise visitar Los Baños Széchenyi, reconocidas termas medicinales que recibe miles de visitantes, no sólo por sus propiedades, sino porque se encuentran en el Parque de la Ciudad. Sus edificios, construidos en 1913, son un espectáculo ar- quitectónico. La mejor hora para visitarlos, definitiva- mente, es al anochecer.

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