TELL MAGAZINE NOVIEMBRE 2022
El objetivo es que el niño, más allá de una taza de leche y que esté abrigado, cuente con un equipo humano capaz de contenerlo, acogerlo y devolverle la confianza de que puede vivir tranquilo y seguro, porque una vez que los niños se sienten queridos, todo lo demás fluye”. F ueron tres horas intensas, en las que conversamos de todo. Una especie de catarsis tratando de arreglar el mundo. “Los niños son lo más importante. Son el futuro. Nosotras no somos más que instrumentos. Ayer fue la Marcela (Jaramillo), hoy somos nosotras, mañana alguien más conducirá el hogar. Lo único importante es ayudar y darles esperanza a estos niños”. Los niños, el centro de todo. También de esta entrevista. Claudia y Verónica cuentan que empezaron a trabajar en el hogar con el ímpetu de toda voluntaria. “Queríamos cambiar el mundo, queríamos aportar con nuestro pequeño grano de arena, pero que fuera potente, que tuviera sentido; no solo lavarles el pelo y cambiarles el día, sino cambiarles la vida con acciones concretas”. El 2010, postularon a SENAME y generaron el primer convenio de colaboración para tener recursos del Estado. Claudia hace una observación que hoy es clave: “El SENAME dependía del Ministerio de Justicia. Se criticó por años la forma en que operaba, porque era la única institución que acogía tanto a los niños vulnerados, como a los niños infractores de ley. Todos eran atendidos por el mismo sistema y el único que determinaba su destino eran los tribunales de justicia, a través de los juzgados de menores. Pero veían a los niños como un número más. Había pocos recursos y poca conciencia social respecto a la responsabilidad en generar un cambio real para que ese niño tuviera una oportunidad. A partir de la modificación que se hizo de la ley, se cambió la mirada. El SENAME sigue funcionando con respecto a los niños infractores de ley con una legislación que optimiza los recursos que se aplican para lograr una reinserción social y, por otro lado, se crea el Servicio Mejor Niñez para recibir a los niños vulnerados, que depende del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, cuyo enfoque es totalmente distinto”. LA CASA DE RECREO En el hogar no se para nunca. Es una rutina como en todas las casas, sólo que esta es a full , porque no es lo mismo cuidar a cuatro niños que a quince. “Los niños se despiertan, se calienta la casa, se preparan lasmamaderas, toman la leche, se bañan, se visten. Algunos se levantan muy contentos, otros lloran, unos pueden amanecer “Tenemos un equipo humano increíble, que supo surfear un incendio y una pandemia de por medio. El Hogar trabaja con una asistente social, una sicóloga, una directora social, tres tías por turno, una cocinera, una terapeuta ocupacional, fonoaudióloga, kinesióloga y nutricionista”.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDQ4NTc0