TELL MAGAZINE MARZO 2025
Maná figura entre los nominados al Salón de la Fama del Rock and Roll —los primeros artistas en español—, y las redes se colman de opiniones cuestionando si la banda mexicana, formada en 1986, merece ser considerada en la categoría. Maná, que despierta anticuerpos entre los especialistas de la misma manera que ocurre con Ricardo Arjona —como si el éxito fuera una afrenta—, es definitivamente una banda de rock. Te puede gustar o no, pero el afán de reducirlos al pop como una forma de menosprecio, refleja elitismos que reniegan del valor de la música popular y su impacto cultural. No son precisamente poetas, pero crearon un universo lírico mexicanísimo donde el desamor y el llanto ahogado en un bar, son motivos tan válidos como las letras de AC/ DC sobre desenfreno, sexo y rebeldía. Parte importante de la música de Maná tiene una deuda eterna con el costado más ligero de The Police —tampoco una falta—, sólo un enésimo ejemplo de un artista inspirado por otro. A pesar de esos rasgos súper definidos que causan escozor en la crítica y en los fans del rock clásico, Maná es el tipo de artista que cumple con una condición que solo los grandes pueden exhibir: bastan pocos segundos para saber que se trata de ellos por la voz de Fher, y la batería enérgica y virtuosa de Álex González. El criterio del Salón de la Fama, tal como ocurre con los Grammy y los Oscar, no se concentra exclusivamente en PRESTA oído Por Marcelo Contreras Una forma de sobrevivencia prestaoído la calidad e influencia, sino en variables industriales y un enfoque que, de manera gradual, ha comprendido al rock como una cultura mucho más significativa, profunda y compleja, que el cliché de una muralla de amplificadores Marshall a volumen ensordecedor. En los últimos años, la guía selectiva de la institución también ha sido una forma de sobrevivencia y adaptación, en la medida que el rock dejó de acaparar el gusto juvenil y comenzó a envejecer. El Salón fue abriendo paulatinamente las puertas a otras vertientes como el hip hop —este año están nominados los fundamentales Outkast—, en tanto el pop femenino figura con las indiscutidas Mariah Carey y Cyndi Lauper. Para quienes creen que el rock es sinónimo solo de guitarras, hay suficientes nombres como Soundgarden, The Black Crowes, Bad Company, The White Stripes, Oasis y Billy Idol, entre otros. Ese perfil seguirá dominando y arrojando polémicas por los omitidos. Pero si el Salón no dejaba entrar más gente, su caducidad era irremediable. 12 tell. cl
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDQ4NTc0