TELL MAGAZINE JUNIO 2025

27 tell. cl La gente se siente sola, aunque estemos más hiperconectados que nunca. La soledad es la criptonita de la felicidad. Y no hablo de la soledad física, sino de la espiritual. Somos seres sociales y nos morimos si no lo somos”. Eso fue lo que hizo. Pero reconoce que le costó. Y mucho. “Quebrar es terrible, de las cosas más fuertes que he vivido desde que se murió mi papá. Te marcan financieramente y todavía es un tema tabú”. ¿Cuál fue tu primer clic interno después de la quiebra? Un estudio de Harvard que leí mientras hacía scroll en Instagram. Decía que lo que más determina la felicidad no era el éxito ni el dinero, sino la calidad de las relaciones humanas. Entendí que lo había perdido todo, menos eso. Le cayó la teja. El propósito de Clicker siempre había sido conectar a las personas a través de los regalos y ahí se dio cuenta de que ese propósito no había desaparecido junto con la empresa, sino que estaba más vivo que nunca. “Fue un momento revelador. Entendí que no podía abandonar mi propósito. En un mundo lleno de soledad y desconexión, tenía que seguir ayudando a las personas a reconectar, a construir esos vínculos que, según la ciencia, son la clave de una vida plena. Me puse a estudiar la felicidad, sin saber que, al año siguiente, haría una charla TED ni que al otro año escribiría un libro. Esto me hizo darme cuenta de lo que sí tenía en vez de seguir pensando en todo lo que había perdido”. ¿Qué aprendiste mientras escribías el libro? Que puedo hacer lo que sea. ¿Qué hábitos tuviste que dejar para empezar a escucharte? Fue una lucha contra mi cabeza, pues tenía una cabeza rumiante que no paraba y que lo único que hacía era hablarme constantemente. Nuestra mente está preparada para sobrevivir y lo que hace es mandarte señales: “no te muevas”, “no cambies”, “mantente ahí”. Me di cuenta de que la única manera de ganarle a mi cabeza era agradecer, estar en modo presente ( mindfulness ), ser amable. Saborear los momentos de la vida nos ayuda a anclar nuestra mente en el presente y nos ayuda a acallar esa vocecita interna que no para de hablarnos. ¿Qué creencia limitante fue la más difícil de soltar? Que no era sicóloga para escribir este libro, que no tenía la validación suficiente para hablar de felicidad. Hoy me estoy certificando con Tal Ben-Shahar, uno de los máximos referentes del tema. Pero antes, solo tenía mi historia. Y aprendí que eso también vale. “¿De qué sirve tenerlo todo si por dentro no soy capaz de disfrutar la vida con la gente que quiero?, ¿si no soy capaz de expresar lo que siento?, ¿si no soy capaz de ver lo lindo que tiene la vida?, ¿de disfrutar una cordillera nevada? Hay una frase que me encanta que dice: “si no eres hoy feliz con lo que tienes, tampoco lo serás mañana con lo que crees que te falta”. MINISTRA DE LA FELICIDAD Admiradora de la coach experta en desarrollo personal Mel Robbins, dice que la mitad de nuestra felicidad está escrita en nuestros genes, que el diez por ciento son las circunstancias y que el cuarenta por ciento restante —el más poderoso— está en nuestras manos. También dice que el mejor consejo que le han dado es “lo que no se dice no se sabe”. “Ese fue un consejo que me dieron cuando me casé. No esperes que el otro te entienda y que te lea la mente, di lo que te pasa, di lo que sientes, porque lo que no se dice, no se sabe. Yo esa regla la aplico en todo. No asumas nada, pregunta”. ¿Somos felices los chilenos? En el último World Happiness Report bajamos diez puestos hasta situarnos en el 45 del ranking mundial. ¿Y sabes que nos hizo bajar? Las relaciones con otras personas. La gente se siente sola, aunque estemos más hiperconectados que nunca. ¿Qué políticas públicas implementarías? Me encantaría ser algún día Ministra de la Felicidad. Haría lo que se hizo en Inglaterra con el censo y sumaría cuatro preguntas en torno a la felicidad, geolocalizaría las respuestas para ver las zonas que estén peor y me enfocaría en ellas. No necesariamente son las más pobres, ojo. Promovería, junto con las municipalidades, todas las actividades sociales que congregan gente, clubes, deporte, talleres. E incentivaría

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