TELL MAGAZINE JUNIO 2025
Trabajo con capas, con matices que construyen luz, sombra y volumen. Nada es plano. Nada es casual. Solo pequeñas decisiones que, en conjunto, dan vida a lo irrepetible”. GRIETAS, TEXTURAS Y VACÍO Erika estudió Diseño en Arquitectura Interior, más tarde Grabado y posteriormente incursionó en la Cerámica, luego de reconectarse con su li- naje materno en Quipisca, al norte de Chile. Allí, a través del contacto con la tierra, se acercó a la cerámica ancestral y comprendió que el arte también podía ser un acto de memorias com- partidas y una forma de volver al origen. Sin em- bargo, fue durante la pandemia, en plena pausa obligada, donde halló en la porcelana su refugio y su lenguaje; “una invitación a habitar el silen- cio, a moldear la fragilidad, a tener la posibilidad de transformar, de contar, de reparar. Desde en- tonces no dejo de explorarla”. ¿De qué hablan tus esculturas? Mis esculturas hablan de cosas que no siempre puedo decir en voz alta. Hay gestos, emociones y silencios que solo mis manos logran traducir en forma y materia. ¿Qué historias, obsesiones o imágenes habitan tus obras? Están hechas de memoria, de observación, de mi vínculo con la naturaleza del norte. También de preguntas y emociones que se transforman en grietas, texturas y vacío. Uno de los sellos de su obra es la inspiración en el kintsugi, el arte japonés de reparar con oro lo que ha sido roto. Para Erika, esta técnica es mu- cho más que una estética: es una declaración de principios. “He aprendido a abrazar la fragilidad como una fuerza”, dice. Y lo demuestra en pie- zas donde las cicatrices brillan con luz propia, porque no se trata de ocultar lo que ha dolido, sino de mirarlo, intervenirlo y hacerlo parte de la narrativa.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDQ4NTc0