TELL MAGAZINE JUNIO 2025

V iene llegando del país de los maria- chis, el tequila y Frida Khalo, donde fue a exponer en la reconocida gale- ría de arte Pedro Ávila, en Metepec. Su estadía —fruto del premio obte- nido en ArtWeek 2024— le permitió expandir su mirada, dialogar con otras culturas y volver a Chile con la certeza de que su lenguaje tiene eco más allá de las fronteras. “Este viaje fue mucho más que una exposición: fue una experiencia de conexión, crecimiento y gratitud profunda. México me tocó intensamente. Recor- dé un viaje sagrado con mi madre antes de su partida. Volver con mi obra fue cerrar un círculo lleno de amor, memoria y propósito”. ¿Qué aprendiste de ti misma en el proceso de esta exposición? Aprendí que tengo más fortaleza de la que imagi- naba. Que mostrar mi obra es también mostrar- me a mí misma, y que eso puede ser liberador si se hace con gratitud y amor. Presenté máscaras de porcelana inspiradas en la flora del norte de Chile y en la fiesta de la Tirana. Elegí esas piezas porque reflejan mi raíz, mi historia y mi intención de honrar la naturaleza y nuestras tradiciones. ¿Qué significó el premio de ArtWeek? Este reconocimiento es un impulso. No lo veo como una meta, sino como una señal de que el arte hecho con honestidad puede tocar a otros profundamente, y eso me anima a seguir crean- do desde lo íntimo. Esa creación de la que habla tiene un propósi- to: que su obra conmueva. Que quien la mire se detenga, respire distinto, se haga preguntas. No busca decorar el mundo, sino habitarlo desde la belleza y la honestidad.

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