TELL MAGAZINE JUNIO 2024

preciosa arquitectura medieval y una torre de más de cien metros de altura; y La Casa del Rey, que hoy es el museo de la ciudad. Un dato muy interesante es que durante la primavera la plaza se llena de flores en un festival muy colorido, con figuras que se pueden apreciar desde los edificios. Para esta ruta recomiendo llevar zapatillas cómodas, ya que saliendode laGrandPlaceel camino sigue cerroarribahacia Mont des Arts, la puerta de entrada del casco histórico de Bruselas, donde se encuentran los museos más relevantes y donde se puede disfrutar de la panorámica más bonita de la ciudad. Su construcción data de 1910, por motivo de la Exposición Universal, cuando Leopoldo II decidió demoler los viejos edificios y construir maravillosos jardines que se mantienen hasta hoy. En el camino, pasando por la Bolsa de Comercio, y entre las calles del casco histórico, aparece el famosísimo Mannekin Piece (o el niño haciendo pipí que representa el espíritu libre), la escultura más famosa del país. Una pequeña estatua de bronce que se encuentra en una fuente y que va cambiando de traje dependiendo del día y la festividad. Es tan querido que hay un museo dedicado a todas sus vestimentas (más de ochocientas) y venden en todos lados chocolates y recuerdos con su figura. Parece una locura, pero es muy entretenido ver el entusiasmo de los locales y los turistas. Subiendo hacia el mirador también me encontré con una de las cervecerías más antiguas del mundo (1587), donde además hay un museo. Pero si te gusta beber, no te puedes dejar de subir a una beer bike , donde podrás ir tomando cerveza mientras recorres la ciudad. En el Barrio Le Sablon está el Palacio de Justicia, uno de los edificios de piedra más grandes del mundo (aún no se ha terminado y se compara conLaSagradaFamilia), el precioso jardín de la Place du Petit Sablon rodeada de tulipanes y por muchas estatuas medievales y de celebridades belgas. También pasé por el icónico jardín de Mont des Arts, desde el cual se ve la torre del ayuntamiento de fondo y con la mejor panorámica de la capital. Muy cerca está el Palacio Real, antigua residencia de la realeza belga (sólo se puede visitar su interior durante el verano) y la Catedral de Bruselas de estilo gótico, que es una maravilla para los amantes de la arquitectura. Al finalizar el recorrido, y ya regresando a la Grand Place, no se puede dejar de pasar por el Carrillón del Mont des Arts, reloj de 7,8 metros, símbolo turístico y homenaje a Bélgica. O las Galerías Saint Hubert, diseñadas en 1847, que son las primeras galerías comerciales de Europa. A mi parecer, Bruselas es un destino precioso (las principales atracciones se pueden recorrer en un día), bastante excéntrico, pero también encantador con sus leyendas e historias curiosas.

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