TELL MAGAZINE ENERO 2025

que estés haciendo, eso es lo que siempre les digo a mis alumnas cuando hago clases”. ¿Qué te inspira para empezar a crear? La naturaleza. A veces miro una cáscara de nuez y veo sus grietas, la textura, el volumen, o los pistilos de una flor, los colores de las su- culentas, las hojas, las maderas gastadas, los troncos, los troncos me fascinan. Es que —¿sa- bes?— la naturaleza es perfecta. Los viajes en velero junto a su marido y com- pañero de vida, Pedro Pérez, la han llevado a lugares como las Baleares, Puerto Rico y el Ca- ribe. En esos rincones se entretenía recogien- do conchitas, líquenes, “todo lo que te puedas imaginar”, y a partir de eso comenzaba la fiesta creativa. “Me acuerdo de que una vez fuimos a Miami y en el aeropuerto recién remodelado habían hecho unos dibujos en el suelo de pie- dra imitando los corales. Me gustó tanto que les saqué fotos y cuando regresé Chile los imité en porcelana. Se vendieron todos”. ¿Cuál es tu sello? La gente dice que soy bien minimalista para mis cosas, el detalle, las florcitas delgadas, la loza liviana sin imperfecciones. Algo que le piden mucho son sus vírgenes. Sus manos expertas toman la greda y comienza la magia. “No pienso en nada, no pienso en los pliegues, ni en el manto, ni en qué cara va a tener, ni en el vestido, ni en su actitud. Salen solos, sin moldes. Ninguna es igual a la otra por más que intente hacerlo y ahí está la gracia, por- que la greda es la que manda”. ¿Quiénes son tus referentes? Hay una diseñadora gráfica chilena, Francisca Aldea, que vive en Estados Unidos y que trabaja la porcelana, un material muy difícil de trabajar que tiene reducciones distintas al gres y cuya Me inspira la naturaleza. A veces miro una cáscara de nuez y veo sus grietas, la textura, el volumen, o los pistilos de una flor, los colores de las suculentas, las hojas, las maderas gastadas, los troncos, los troncos me fascinan. Es que —¿sabes?— la naturaleza es perfecta”.

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