TELL MAGAZINE AGOSTO 2023
65 tell. cl saber de dónde vino cada pieza. Fuimos pioneros en Chile en ha- cer este tipo de parrillas, y si bien nos han ido imitando en estos cuatro años, nuestro concepto sigue siendo único”. ¿Cuál es la ventaja de este tipo de parrillas? Es un cambio en de los sabores y en la forma de cocción. El calor sube y el humo va ahumando las carnes, las verduras, las hierbas que están en el sartén. Todo se va cocinando con tiempo, aquí no es posible hacer un asado rápido en treinta minutos. Lo ideal es estar todo el día o el mayor tiempo posible alrededor del fuego. Además, mover la parrilla donde tú quieras no sólo te permite participar mejor de las dinámicas, sino que los otros se acerquen alrededor del fogón. Hay un sentido de reunión y de compartir muy importante. ¿Qué piezas especiales has encontrado? Hay muchas piezas que tienen más de cien años… por ejemplo, construí un gran asador, donde las ruedas para mover el fogón eran de un locomóvil a vapor alemán del fabricante Henrich Lanz, de 1879, y el fogón central era de un tractor Fordson de 1920. También unos taburetes a partir de una llanta de camioneta Ford de 1930 y un asiento de segadora de la misma época; o mesón bar a base de la punta de tractor MTZ-50X de la antigua Unión Soviética, fabricado en Bielorrusia, que se produjo durante los años 1969 a 1977. “Recorriendo los campos del sur de Chile, principalmente, y cha- tarrerías he encontrado todo tipo de engranajes de maquinarias, ruedas de carretillas, cadenas, faroles, herramientas antiquísi- mas. Las hieleras las creo a partir de balones de líquido refri- gerante y manillas de fierro. Algunas mesas tienen como base engranajes o piñones antiguos, en nuestra casa tenemos una muy bonita que era un volante de contrapeso, máquina de vapor que data de 1910; y las bombonas (estufas de patio) se hicieron a partir de balones de gas reciclado, ruedas y cañón de acero”. DUPLA PERFECTA “Sin el apoyo de mi esposa Marisol no hubiera sido posible hacer este sueño realidad, pues junto a nuestras tres hijas ha estado presente en cada etapa e idea. Es más, gracias a ella nació el nombre La Cornamusa, porque me dijo que las parrillas le recor- daban las antiguas carretas del medio oeste que llevaban los sartenes y utensilios de cocina colgando. Averiguando si tenían un nombre descubrimos que se llamaban cornamusas, pero ade- más reciben este nombre los ganchos marineros para amarrar cabos y un tipo de gaita española. Todo esto nos hizo demasiado sentido, pues yo estuve en la Escuela Naval por tres años y la Sol es hija de españoles. Nos representa de muchas maneras”.
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