TELL MAGAZINE AGOSTO 2023

Para los amantes de las cuatro ruedas, se encuentra el Museo del Automóvil de Mónaco, un moderno edificio de cinco pisos, que está prácticamente bajo tierra, en las Terrasses de Fontvieille”. pies del cerro se encuentran las graderías y es muy fácil encontrar, en distintos puntos, esculturas de autos de carrera antiguos. Para los amantes de las cuatro ruedas, y al lado de las graderías, se encuentra el Museo del Automóvil de Mónaco, un moderno edificio de cinco pisos, que está prácticamente bajo tierra, en las Terrasses de Fontvieille. Los vehículos eran parte de la colección personal del Príncipe Rainiero III de Mónaco y que fueron reunidos en un periodo de treinta años. En general es un recorrido muy entretenido donde hay más de setenta autos de todas las épocas, de lujo, clásicos y de carreras (que compitieron en el Rally de Montecarlo, los Grand Prix de F1 de Mónaco o en el París-Dakar.). Además, a través de varias pantallas gigantes se va contando la relación de la familia con los automóviles. Hay piezas únicas, como un Chrysler que Rainiero III trajo, especialmente, de Estados Unidos, para ir a buscar a la princesa Grace al puerto; o el Lexus con cabina trasera de cristal, hecha para la boda de Alberto II y la princesa Charlene en 2011. Para finalizar la visita, recomiendo volver a la parte baja del Club de Yates, en medio de la costanera, para disfrutar de la música y las esculturas que se encuentran en una plataforma, tipo muelle, hacia el mar. El atardecer es espectacular, ya que el sol se oculta tras el cerro y es una de las postales más bonitas para despedirse de Mónaco”. T

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