Solo la línea del Ecuador nos distingue por las diferentes estaciones, pero hay un lenguaje común; basta darse una vuelta por el viejo continente o por los países asiáticos y la vestimenta es la misma. La gente joven maneja ese lenguaje, jeans, camisetas, zapatillas son definitivamente universales, aquí y en la quebra- da del ají. Ipod, Ipad, son los accesorios obliga- dos, todo el mundo está conectado al instante, solo hay que observar detenidamente para ver las diferencias.
En mi reciente viaje a Europa, anduve buscando inspiración, que solo se logra observando con los ojos bien abiertos. Y llegué a la conclusión que con los italianos no hay nada que hacer, tienen ese no sé qué, la gracia del toque especial, el touch. Hombres y mujeres, jóvenes y adultos, incorporan la moda en los detalles. De diez chicas, nueve estaban perfectas, incluyendo el look de jeans-camisetas, pero siempre acompañado de buenos accesorios, como carteras o pañuelos y si llevan vestido, lucen bellos zapatos y buenas piernas. Ellos, por otra parte, son esbeltos y usan pantalones pitillos, parecen casi bailarines.
Vi las ropas más lindas en la bella Italia. Me deslumbré con el color, el diseño, la elegancia y la impronta. Vi gente guapísima, sin parafernalia, pero con glamur, simples pero elegantes. Italia aún mantiene ese gancho, de todos los que estamos en la moda, y no nos deja de sorprender... ¿Qué será? Será azul pintado de azul, será Valentino, Dolce-Gabbana y otros tantos... ¿Qué será?
Hasta la próxima.