Un veterinario fue a examinar a un sabueso irlandés de diez años llamado Belker, pero descubrió que se estaba muriendo y tuvo que llevar a cabo el procedimiento de eutanasia. Belker fue rodeado por la familia. El hijo de seis años, que se veía tranquilo, acariciaba al perro por última vez, junto a su familia y el médico se preguntaba si el pequeño comprendía lo que estaba pasando.
Se sentaron todos por un momento, preguntándose el porqué del lamentable hecho y que la vida de las mascotas sea más corta que la de los humanos. El niño de seis años, que había estado escuchando atentamente, dijo:
- ¡Yo sé por qué! La gente viene al mundo para aprender cómo vivir una buena vida, cómo amar a los demás y ser buenas personas, ¿verdad?. Bueno, como los perros ya saben cómo hacer todo eso, no tienen que quedarse tanto tiempo como nosotros.
Por eso:
- Vive sencillamente.
- Ama generosamente.
- Quiere profundamente.
- Habla amablemente.
Si un perro fuera tu maestro, aprenderías cosas como:
- Cuando tus seres queridos llegan a casa, siempre corre a saludarlos.
- Nunca dejes pasar una oportunidad para ir a pasear.
- Deja que la experiencia del aire fresco y del viento en tu cara sea un éxtasis.
- Duerme la siesta.
- Estírate antes de levantarte.
- Corre, salta y juega todos los días.
- Mejora tu atención y deja que la gente te toque y acaricie.
- Evita morder, un simple gruñido sería suficiente.
- En días de sol, acuéstate de espaldas en el pasto.
- Cuando haga mucho calor, toma mucha agua y recuéstate a la sombra de un árbol.
- Cuando estés feliz, baila.
- Deléitate en la alegría simple de una larga caminata.
- Sé leal.
- Nunca pretendas ser algo que no eres.
- Si lo que quieres está enterrado, escarba hasta que lo encuentres.
-Cuando alguien tenga un mal día, quédate en silencio, siéntate cerca y suavemente hazles sentir que estas ahí.