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EDICIÓN | Octubre 2018

Estilos de vida Vida saludable

Andrea Cantillano, arquitecta y health coach
Estilos de vida Vida saludable

Cuando las estadísticas apuntan a un Chile cada día más obeso y sedentario, aparece Andrea Cantillano con su mensaje en múltiples plataformas sobre cómo mantener una vida sana. Hace trece años se preocupa de su propio bienestar, de su familia y de los demás.

Por Soledad Posada M. / Fotografías Sonja San Martín D.

Después de salir de la carrera de Arquitectura, en la UBB, Andrea Cantillano cursó diversos estudios dirigidos al autodescubrimiento y cómo ayudar a otros. Empezó con la práctica de Ashanga Yoga y comida sana; estudió Ontología del Lenguaje con Fernando Flores; y en 2014 se certificó como health coach, para entrenar a otras personas en la instauración de un estilo de vida saludable. Como arquitecta, también planea empezar con diversos proyectos aplicando Feng Shui. 

Mantiene, desde 2005, el blog Estilos de vida, y ahora su Facebook e Instagram, con el mismo nombre, donde sus seguidores pueden encontrar herramientas y motivarse a llevar una vida más sana. En su rol, como esposa y madre, también ha logrado transmitir esta manera de vivir, lo que la ha ayudado enormemente para superar un tipo de alergia alimentaria de una de sus hijas. Aunque admite que no es fácil transmitir este cambio a los demás, “sobre todo con un mercado que no quiere que te dediques a cocinar. Al hacer unas galletas con los hijos, además de comer sano, se comparte con ellos un tiempo de calidad. Hay que volver a comprar en la feria, y también preocuparnos del origen de los alimentos”.

¿Qué gatilló en ti el paso a un estilo de vida más saludable?

Mis preguntas y reflexiones potentes sobre la vida aparecieron entrando a la universidad. La reflexión era: "no creo que la vida sea sólo esto, estudiar, trabajar, pagar cuentas, tener familia y morir”, veía una desazón en esa sentencia. La vida debe ser mucho más que eso, y es ahí cuando se abre un mundo enorme que tiene que ver con el autodescubrimiento. Muchos libros y maestros aparecen. Llega Osho, Ouspenky. El descubrir la práctica intensa del Ashtanga Yoga, me hizo reflexionar inevitablemente sobre lo que comía, lo que hacía, cómo veía la vida. Uno puede poner atención en eso o pasarlo por alto. Yo elegí tomarlo en cuenta. Comencé la limpieza, sacando lo que estaba de más.

 

CLAVES

¿Cómo logras motivar en otros el cambio en su estilo de vida?

La forma de motivar es contagiando, es lo mismo que con los hijos. Siempre con el ejemplo, de adentro hacia fuera. Siempre es así, me convierto en lo que quiero transmitir, en lo que creo, y eso irradia. Así uno se transforma en el referente para su familia, sus hijos, sus amigas, etc.

¿Cuáles son las claves para llevar una vida sana?

La clave está en la toma de conciencia de que uno mismo es quien debe saber más de sí que nadie. Yo debo conocer más mi cuerpo que un médico. Conozco mis tiempos, ciclos, adicciones, debilidades, penas y alegrías, lo que me afecta y lo que no, qué alimentos me hacen bien, cuáles me inflaman y cuáles me alcalinizan, qué práctica física resulta para mí, y cómo eso se refleja en mi salud y en mi cuerpo. Eso es un camino de descubrirse, y nada es automático, toma tiempo y voluntad. A mí me resulta la práctica de yoga, el ayuno intermitente, respirar, comer vegetariano y bajo en gluten, pero esto no es una regla. Cada persona es única y cada uno debe descubrir qué le hace sentido a su cuerpo. Las herramientas del yoga, la respiración, la meditación y la alimentación están para todos y ayudan a escuchar. Pero lo más importante es querer escuchar, ya que hoy, al parecer, queremos callar; con analgésicos, ansiolíticos, antiinflamatorios, cirugías... Todo un gran abanico de posibilidades de tapar los mensajes que el cuerpo nos dice.

¿Cómo influye la comida en la calidad de vida?

La comida es un pilar, ya que varias veces al día decidimos echarnos algo a la boca, y esa decisión depende de uno mismo. Eso construye y alimenta células que dan paso a regenerar el cuerpo, órganos, nutrir huesos, llegan a la sangre para ser bombeadas por el corazón, entonces nos vamos convirtiendo en lo que somos por la selección de lo que comemos. Hoy la comida tiene un lugar muy importante en nuestras vidas. Es motivo de reunión, celebración, amistad, conversación, muestra de cariño, ayuda a sanar penas. Entonces, esa importancia que le damos, tenemos que conectarla también con que sea sabrosa y nutritiva. Ahí está el desafío.

¿Qué alimentos no deberían comerse nunca?

La industria alimentaria diseña cada vez productos con mayor capacidad de crear adicción, eso está estudiado a nivel cerebral. Alta cantidad de azúcar, grasas y saborizantes químicos, finalmente, acostumbran el paladar de un niño, y es muy difícil para una madre o padre conquistar el cambio con una fruta. Finalmente, la industria y su mensaje es que sólo quiere que abras el paquete, lo pongas al microondas y te lo comas. Haciéndonos creer que nos simplifican la vida, y no, sólo nos enferman y no construyen hogar, conversación, ni hábitos saludables. Mi mensaje es volver a los alimentos reales y simples. En la industria cárnica, por ejemplo, lo más tóxico está en sus residuos, que son aprovechados en los embutidos, como salchichas, nuggets, longanizas, etc.

 

SABER ESCUCHAR

¿Quiénes son tus referentes en estilo de vida?

Quizás los grandes y antiguos yoguis, que con su simpleza y sabiduría aplicaban todos estos conceptos de desapego al hedonismo, que hoy impregna todo. La finalidad de la vida es un camino más interno que externo. Los desafíos grandes están en encontrar esa paz y esa felicidad con uno mismo y entender que el gran maestro, que enseña, mora en el interior y nos habla constantemente. Hay que saber escuchar. En cuanto a referentes externos, Cussens, Pametti, Sandor Katz, Iyengar, Patanjali, muchos libros inspiradores y otros referentes amigos cercanos que han venido a dar talleres a mi sala. Grandes yoguis que he podido conocer en el mundo también. Cada persona aporta algo, todos inspiran.

¿Cómo sería un proyecto de arquitectura influido por el Feng Shui?

Mirar la arquitectura con Feng Shui es como cocinar con alimentos reales, nada de paquete. Un proyecto donde se toma en cuenta a las personas que habitarán o trabajarán ahí, y cómo les afectará estar en esa arquitectura. El Feng Shui toma en cuenta una serie de datos numéricos, como la ubicación magnética con respecto al norte, medida con brújula; el año de construcción del lugar y la fecha de nacimiento de quienes habitarán. Esos datos darán información de cómo abordar el proyecto. Pero lo más importante es entender cómo se moverá la energía desde que se entra a los espacios, con qué suavidad o fuerza. La tarea del Feng Shui en la arquitectura es el manejo amoroso de esa energía en el lugar. Esa debiera ser la labor interpretativa del arquitecto fengshuista y cómo cada uno de los espacios aporta a la salud y a la prosperidad de sus habitantes, gracias a las aberturas y muros.

 

“Cada persona es única y cada uno debe descubrir qué le hace sentido a su cuerpo. Las herramientas del yoga, la respiración, meditación y la alimentación están para todos y ayudan a escuchar”.

“La industria alimentaria sólo quiere que abras el paquete, lo pongas al microondas y te lo comas, haciéndonos creer que nos simplifican la vida. Mi mensaje es volver a los alimentos reales y simples”.

“La tarea del Feng Shui en la arquitectura es el manejo amoroso de esa energía en el lugar. Esa debiera ser la labor interpretativa del arquitecto fengshuista y cómo cada uno de los espacios aporta a la salud y a la prosperidad de sus habitantes, gracias a las aberturas y muros”.

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