Mujeres

SHARP OBJECTS. HBO GO

Camille Preaker (Amy Adams) es una periodista con problemas psiquiátricos y debilidad por el alcohol, enviada a su ciudad natal Wind Gap en Missouri, para investigar los asesinatos irresolutos de dos jovencitas. La misión guarda una intensidad especial porque allí, siendo una adolescente, Camille perdió a su hermana, muerte que le afectó de manera irremediable. Volver a la señorial casa de su madre Adora (Patricia Clarkson) y a su pueblo típico del sur de Estados Unidos, un lugar tenso a pesar de la calma que sugieren los bucólicos paisajes, es una experiencia emocional cuesta arriba para Camille. El proceso la obliga a conocer a su media hermana Amma (Eliza Scanlen) y reconectar las piezas de un presente que se confunde con su pasado en medio del acertijo de los crímenes.

Basada en la novela homónima de Gillian Flynn, la autora de Gone Girl (2012) —uno de los best-seller de la década llevado al cine—, Sharp Objects es una serie que atrapa con osados movimientos. Lo primero: son solo ocho capítulos y es muy poco probable, sino imposible, un nuevo ciclo. Amy Adams, que ha postulado cinco veces al Oscar, quedó desgastada con el intenso personaje y los productores han dicho que es muy difícil montar nuevamente el equipo. Segundo: en una época de empoderamiento femenino, la serie hace eco de ese ambiente relegando al borde de la inconsistencia a los personajes masculinos. Pero esa opción también nos instala en un escenario donde las mujeres ejercen roles incómodos, oscuros y retorcidos.

La música de Led Zeppelin, el siniestro orden del pueblo y las actuaciones soberbias del triángulo femenino de Sharp Objects, suman encantos a esta producción dramática que nos arranca de la tiranía de las largas temporadas. De lo bueno, poco.