Herencia de una familia de nogaleros, nació Anüm, exportadora y comercializadora de frutos secos y deshidratados, que busca incentivar el consumo de alimentos saludables. Hoy sus productos están en países como Brasil, Venezuela, Argentina, China, Rusia, Alemania, Españaa, entre otros, y ya cuenta con una línea gourmet donde destaca un exquisito aceite de nuez.
por María Inés Manzo C. / fotografía Vernon Villanueva B.
La historia de Anüm parte hace más de veinticinco años, cuando el padre del ingeniero y asesor agrónomo Juan Luis Villate García (35) —quien lleva el mismo nombre—, funda la empresa agrícola y comercial San Juan Ltda. en la ciudad de Los Andes, para procesar y exportar nueces. Con el paso de los años, sus hijos aprendieron el modelo de negocio y el mayor de ellos, Mauricio, se atrevió a emprender en el mundo de las pasas.
Fue así que Juan Luis, al igual que su hermano, quiso formar su propio negocio. “El 2006 estaba preparando mi tesis en la universidad, cuando surgió la posibilidad de comprar un campo para plantar nogales. Como familia nunca habíamos tenido campos, no éramos productores, sino que comprábamos nueces, pasas y almendras que, hasta hoy, vendemos dentro y fuera de Chile. Así se generó la empresa hermana Anüm Export Ltda. (www. anumexport.cl); y luego de siete años en el mercado comencé, al igual que mi padre y hermano, a procesar-exportar”, recuerda.
En medio de veinte hectáreas, entre árboles y packing de la comuna de Nogales, se encuentra Anüm que significa “plantar y sembrar” en mapudungun. Aquí trabajan, artesanalmente, alrededor de cien mujeres, que seleccionan y parten principalmente nueces, además de otros productos, para luego envasarlos y llevarlos a distintos mercados. “Nos dedicamos a los frutos secos en general, pero hay distintos negocios. Uno es ser productor de nueces; el otro es ser procesador de nueces (partir, limpiar, seleccionar, envasar), donde entregamos el formato a un exportador equis con su caja lista para que la exporte. Además, somos como un importador de nosotros mismos y creamos con mi esposa, Valeria Rojas, Tostaduría La Romana, donde vendemos una gran variedad de frutos secos y deshidratados procesados por nosotros”, agrega.
¿Qué fue lo más complejo de emprender?
Mientras trataba de levantar la empresa, mi papá me “deseaba suerte”, porque no es fácil conseguir un grupo de trabajadoras que parta la cantidad de nueces que se necesitan al día. Fueron años difíciles; incluso tenía que mandarle a mi familia, a la planta de Los Andes, mis productos para que terminaran de seleccionar, envasar y exportar. Cuando mi sistema empezó a funcionar, decidí formar mi propia exportadora, porque antes solo funcionaba como comercializadora.
¿Cómo lo lograste?
Empecé a buscar ayuda y me encontré con ProChile. Si bien vengo de una familia entendida en la materia, y mi gran guía es mi padre, hice un coaching para ver si mi idea valía o no la pena. Ellos más que enseñarte a exportar tratan de ser un modelo y de que tú descubras si es solvente.
¿Cuál fue el paso siguiente?
Comenzar a viajar, postular y ganar proyectos. Como empresa visitamos casi toda Sudamérica. Fuimos a supermercados, mercados mayoristas a conocer cómo se transa la fruta chilena en el extranjero. Después de esas visitas me invitaron a hacer un curso a Madrid y a ANUGA, la feria de alimentos más grande de Europa, en donde tratamos de hacer algunos negocios. Fue a raíz de esas experiencias que comenzamos a exportar como Anüm el 2012.
¿Y la primera exportación?
Salí con mi propia marca con todo el susto de que no nos pagaran o perder todo el trabajo. Pero ya llevamos cuatro años en esto y, también, trabajamos en alianza con otras exportadoras más grandes, con quienes hemos llegado a Rusia, Holanda, España, Ecuador e Italia. En este proceso hemos ido creciendo al doble cada año, excepto el 2014, ya que por las heladas faltó mucha fruta en Chile y tuvimos demasiada competencia.
PRIMERA CALIDAD
“La nuez chilena está muy bien catalogada. En nuestro campo tenemos las variedades Serr y Chandler, económicamente más rentables, que están en todo el mundo por su característica genética: color blanco, de calibre grande y un buen sabor”, señala Juan Luis.
¿Cuál es el proceso de las nueces?
La cosecha parte entre el 15 y el 20 de marzo de la variedad Serr, un poco más precoz que la Chandler, que inicia veinticinco días después. En nuestro caso, la cosecha es semi mecanizada, trabajamos con máquinas que remecen los árboles, caen los frutos y la gente las recoge. Después se seca, y viene el proceso de partiduría, pre-selección, selección y envasado. Además, tenemos un packing satélite en Putaendo y Rinconada de Los Andes.
Hoy su producto estrella es el aceite de nuez gourmet…
Sí, siempre tuve esta idea y, gracias a otro concurso que gané, pude comprar la prensa, las cubas y las máquinas para filtrar. Este es un producto ciento por ciento natural, no tiene aditivos, es muy saludable, alto en omega 3 y omega 6. Posee cualidades que, generalmente, solo entregan los frutos del mar.
¿Cómo se elabora?
Las nueces pasan por una prensa, junto a una cantidad de cáscaras para alimentar la prensa, pero que no se perciben porque se filtran. Así queda un aceite extra virgen que se lleva a cubas de acero inoxidable donde reposa y decanta. Esperamos treinta días y filtramos. Gracias a esto se obtiene gran pureza, un color dorado y gusto muy sabroso. Finalmente se embotella y etiqueta en 250 cc y queda listo para vender.
¿De cuánto es la producción?
Partimos haciendo trescientas botellas; el año pasado ochocientas y este año mil doscientas. Es nuestra joyita y no hay nadie más en la región que lo elabore. En Alemania es un producto muy apetecido, porque tiene cualidades más ricas que un aceite de oliva.
¿Cuáles son sus características?
Es de un sabor bien suave, con un dejo a nuez. Es un aceite que no invade las comidas, pero debe utilizarse en frío y no es recomendable para freír porque pierde sus propiedades. Viene bien con ensaladas, quesos, carpachos, etc.
¿Harán más variedades?
Sí, estamos desarrollando un aceite de nuezpesto, con ajo y albahaca. Ideal para las pastas y las pizzas.
TOSTADURÍA LA ROMANA
El 2014, Juan Luis, junto a su esposa Valeria, abrió un acogedor espacio en la Galería Cristal de Viña del Mar (local 131) bajo la marca Anüm Gourmet. Se trata de la Tostaduría La Romana, que nació por el concepto de la dieta mediterránea, sumado a la historia de Valeria, cuyos antepasados eran italianos. Al mismo tiempo, a Juan Luis el nombre le trae recuerdos del campo, ya que con su familia tenían una antigua romana donde se pesaba, a granel.
Sus productos están en formato de snack (100 gramos), un formato medio (200 gramos) y un formato de medio kilo. Está dedicada a los productos naturales, principalmente los frutossecos como las nueces, avellanas, almendras, castañas de cajú o pistachos; frutos deshidratados como pasas rubias, pasas morenas, berries, cranberries, dátiles de Irán, higos secos, maní (sin sal, salado, confitado, merquén, finas hierbas) o tomates. Además de frutos tropicales como kiwi, banana, papaya, frutilla, damasco turco, entre otros.
¿Qué los diferencia de otras tostadurías?
Como hemos participado en ferias nacionales conocemos novedosos productos. Por ejemplo, tenemos ajo negro fermentado, que posee numerosas cualidades para el organismo (problemas cardiovasculares o estrés). Queremos ser un emporio-farmacia con alimentos que ayuden a la salud. La gente hoy está más preocupada de alimentarse bien y muchos están cambiando su dieta. Por eso, y en esa línea, vendemos jugos de aloe vera; jugos y helados naturales, miel, carne de soya, mermeladas sin azúcar, etc.
¿Qué otros productos tienen?
Maqui orgánico en polvo, chía, sésamo, linaza; y especies como como jengibre, curry, orégano, eneldo, romero, ají merquén, entre otros. También elaboramos snacks saludables para niños, pequeñas porciones para que se lleven de colación con frutos especialmente pensados para ellos.
¿Cuáles son sus proyectos?
Queremos seguir creciendo e instalarnos con otra tostaduría en Concón, un sector muy interesante que ha crecido bastante los últimos años, y distribuir nuestros productos en restaurantes.
“(El aceite de nuez) es un producto ciento por ciento natural, no tiene aditivos, es muy saludable, alto en omega 3 y omega 6. Posee cualidades que, generalmente, solo entregan los frutos del mar”.