Parece una marca internacional, pero es completamente chilena. Zuecos de goma y botas de chiporro que surgieron de la mentalidad emprendedora de este hombre, que partió a China a buscar un futuro. “Yo nunca había vendido un par de zapatos y de repente me encontré con un embarque de diecisiete mil pares”. El secreto del éxito estaba en los pies.
Vivió todo el 2015 recorriendo Chile arriba de una combi. Su objetivo era descubrir qué hacía felices a los chilenos. En el camino se encontró con grandes personajes, con historias marcadas por la simpleza, la no competencia y la sana relación con el entorno, pero también con un país distinto, con uno que lo hizo replantearse su propia vida. Y que lo hizo ser mucho más feliz.