Solo en un día, este artista se afana haciendo cerca de cuatro mil nudos. Como una araña tejedora va entrelazando hilos, cuentas y piedras, todo con una intención: lograr el equilibrio personal, a través de una herramienta milenaria que permite acceder al propósito realizado y por medio de la meditación.
Viajamos al archipiélago de Juan Fernández y visitamos la isla Robinson Crusoe. Territorio lejano, mágico y poco conocido, históricamente visitado por navegantes y piratas, hoy habitado por un puñado de chilenos que no solo hacen patria, sino que disfrutan de su belleza y recursos. Esta es la historia.