Motivada por una tía materna se inició, desde muy pequeña, en este arte, forjando un camino acompañada siempre de su flauta traversa. Con más de quince años de estudio en Polonia, finalmente el amor de un músico chileno la trajo a estas tierras. Hoy, es primera flauta en la Orquesta Sinfónica de la Universidad de La Serena, una oportunidad —para ella— maravillosa, donde se luce como solista en gran parte de los conciertos.
“Kokoro No Niwa” es su nombre en japonés, mientras que, en español, se llama “Jardín del Corazón” y, cómo no, si estando ahí nos trasladamos inmediatamente a la esencia del misticismo oriental. Hoy, es reconocido por ser el parque japonés más grande de Sudamérica. Su simbolismo, serenidad y bellas postales han hecho de este lugar uno de los atractivos más hermosos y contemplativos de la región de Coquimbo. Sin duda, un espacio que trasciende más allá de su historia.