Alejandra Rojas, lapidadora de minerales
Cortar, pulir y dar forma al mineral con resultados sorprendentes es un oficio que heredó de su padre y es a él a quien, Alejandra, cada día en la soledad de su taller —simbólicamente— le hace un homenaje. Es la única mujer en la región que se dedica a la lapidación y, probablemente, sea la única en el país. Una labor poco usual que requiere habilidad, perfeccionismo, fuerza, devoción y mucha práctica.