Lanas de todos colores y texturas, telares y cuadros de fieltro en pequeño y gran formato, y figuras de cerámica, entre otros, ambientan el taller de Carola Porter. Un mundo donde son bienvenidos todos los que deseen aprender alguna técnica de arte decorativo y realizar una obra valiosa, tanto por la calidad de los materiales como por el toque artístico que se le imprime.
Vivió todo el 2015 recorriendo Chile arriba de una combi. Su objetivo era descubrir qué hacía felices a los chilenos. En el camino se encontró con grandes personajes, con historias marcadas por la simpleza, la no competencia y la sana relación con el entorno, pero también con un país distinto, con uno que lo hizo replantearse su propia vida. Y que lo hizo ser mucho más feliz.