TELL VIÑA NOVIEMBRE 2019

84 tell. cl T HUMANIZAR LOS ESPACIOS Bastaron dos sillas de mimbre con cojines boni- tos, una banca con una colchoneta forrada, al- gunos cuadros, plantas, revistas y una mesa de centro con flores que le llevó una amiga, para que todo el entorno de la sala de espera del sector de Rayos en el Hospital del Salvador cambiara. “¡Fue tan abrumador evidenciar el cambio! Los pacien- tes descubrieron que detrás del vidrio que siem- pre estuvo, había un jardín. Es tal la negación, la rabia y enojo de las largas esperas que no lo ven”, explica Verónica. ¿Y qué pasa hoy en día? En este espacio nuevo, comenzaron a conversar entre sí. Dejaron de lado el celular y comenzaron a leer. Efectivamente bajó el umbral del dolor y de la ansiedad, esperaron con más paciencia y se que- jaron menos. Incluso he podido escuchar: “mamá, ¡mira qué lindos están los lirios morados!”. Hoy, siete años después, han recuperado trece jardines sanadores y un rincón amable en cuatro hospitales y dos centros de salud pública, y la lista de espera sobrepasa los cuarenta centros de sa- lud. Los beneficios están más que comprobados: mejora el estado de ánimo y el sistema inmune, alivia la depresión, reduce el estrés, disminuye la ansiedad y el ritmo cardiaco. Para los expertos, la naturaleza nos vuelve a nuestro estado de equi- librio. Nos conectamos con el viento que mece los árboles, con el canto de los pájaros, la luz, la tranquilidad, los olores. Como asegura Verónica: “Trabajar con la tierra es un privilegio”. Caminar por un sendero lleno de flores, escuchar los pájaros nos hace más grata la vida. Disminuye el estrés, la ansiedad y el dolor. Aumentan las emociones agradables y logran una recuperación más rápida”. Verónica Novoa, directora Fundación Inspira

RkJQdWJsaXNoZXIy NDQ4NTc0