TELL VIÑA OCTUBRE 2019

79 tell. cl D esde que Envuelbee comenzó, a mediados del 2017, se han reemplazado más de veinte mil ro- llos de plástico film (o cuatrocientos mil metros de plástico), cifra que forma parte de su “informe alusa” y es la gran motivación de este emprendi- miento sustentable. En mayo de este año ganó el segundo lugar en el concurso Desafío Emprendedor de Desafío Levantemos Chile y Banco de Chile, en el cual se reúnen más de veinte mil emprendimientos de todo el país. Magdalena Echeverría y Trinidad Lira son santiaguinas, pero hace un par de años viven en Puerto Varas, ciudad donde se encuentra su base operativa. “Antes de Envuelbee no nos conocíamos y creemos que el habernos encontrado, en el sur de nuestro país, fue obra del destino. Trinidad estuvo viviendo un periodo en Estados Unidos y allá supo de una marca gringa que trabajaba con este tipo de envoltorios. Regresó con la idea de implementarlo aquí y, sin saberlo, paralelamente yo estaba haciendo lo mismo, desarrollando la idea e investigando. Fue gracias una amiga en común, que nos presentó, que nos dimos cuenta de que estábamos en la misma sintonía. Y no sólo eso, sino que vivíamos a dos cuadras de distancia y éramos apoderadas del mismo jardín infantil”, recuerda Magdalena. Como ambas estaban con prototipos desarrollados se atrevieron y apostaron por asociarse, pues para ellas no tenía ningún sentido competir. Magdalena es publicista y Trinidad estudió arte, cada una con experiencia en emprendimientos y en la creación de productos. “El principio de las telas enceradas existe desde el tiempo de los egipcios. Era algo que se usaba, normalmente, en la antigüedad para tapar vasijas y conservar ali- mentos. Con el paso de los años fue quedando en el olvido por otro tipo de elementos como el plástico film y las bolsas resellables. Si bien hay mucha información de cómo hacer este tipo de telas, en formatos caseros, nuestra idea era perfeccionar un diseño hasta dar con un producto comercializable y con todas las condiciones de du- ración, tamaños adecuados y parámetros sustenta- bles que queríamos”. Con la convicción de reducir el uso de plásticos que protegen y conservan los alimentos, Magdalena Echeverría y Trinidad Lira crearon Envuelbee. Envoltorios ecológicos de cera de abeja sustentables, lavables y reutilizables. Una apuesta verde que no sólo incentiva el cuidado del medio ambiente, sino que incorpora novedosos diseños. Por María Inés Manzo C. / Fotografía gentileza de Envuelbee Envuelbee plástico Menos p

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