TELL VINA JUNIO 2019

82 tell. cl no paró de trabajar. O esto prendía o moría en el intento, pa- reció ser la consigna. Partió sola. Contrató a una diseñadora y en el patio de su casa armó una bodega de tres por tres. “Mi primer showroom . Al principio ofrecí “foto-cuadros”: fotografía decorativa que intervenía en Photoshop. Mi idea era ofrecer cuadros decorativos a precios razonables. Después sumé es- pejos de diversos portes y tamaños, pensados para todo tipo de espacios, y también corchos y pizarrones”. El siguiente paso fue trabajar con artistas. “La misma cliente- la que llegaba a enmarcar su lámina me daba el contacto del artista, que lo único que quería era tener visibilidad, y así fui armando mi portafolio”. ¿Con cuáles artistas estás trabajando? Tenemos artistas que han estado con nosotras desde el inicio, como Cony Larenas, Nicole Vallejos, Katarina Abovic, Richard Norambuena, la canadiense Silvie Demers, entre mu- chos otros. ¿Algún tipo de tendencia? Las ilustraciones botánicas. Pero en la decoración las cosas por lo general pasan, nada se instaura. Mis clientes son perso- nas que buscan algo distinto y que se quieren desmarcar de lo que hay hoy en día en el mercado. ¿Quiénes vienen a tu showroom ? Recibimos muchas parejas de recién casados que están ar- mando su casa y también de matrimonios que llevan diez o quince años y que vienen con la idea de renovar algunos de sus espacios. Ellos se van con los cuadros, pero en realidad se van con mucho más, porque lo nuestro es una ayuda integral,

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