TELL VIÑA MAYO 2019
ARTE & GASTRONOMÍA Empresario, anticuario, decora- dor, sibarita, Gabriel Del Campo tiene tres hijos, un anticuario en Plaza Dorrego, un astillero donde alberga un taller de restauración de autos antiguos, y el Nápoles. Antes del restorán, ya decora- ba casas y desarrollaba la ima- gen de varias marcas de moda usando una estética particular. Fue pionero en usar elementos industriales, un concepto global hoy en día. “Por ejemplo, hacía- mos las comidas para los direc- tores de Renault en medio del taller de restauración de autos, con una mesa con candelabros y gastronomía de primer nivel. Y la gente comiendo entremedio del quilombo, feliz. A mí me parece que el ser humano se conmueve con esas cosas”. ¿Cómo nace Nápoles? Este depósito, que lo tengo hace más de diez años con mis cosas, estaba en una zona que comen- zó a hacerse muy gastronómica. Y como había comprado un viejo bar con una barra, el fin de sema- na en la noche venía con amigos o con mis hijos y por ahí cociná- bamos, y festejábamos cumplea- ños. Y la gente que pasaba por la calle, nos veía desde las vitrinas llenas de autos y antigüedades. Un día dijimos: abramos para veinte personas y veamos qué pasa. Fue una locura. Al mes ya teníamos cola en la vereda. ¿Te hiciste asesorar por alguien? Intenté, pero no pude. La gas- tronomía en escala es donde se termina el romanticismo, es la tumba de los cracks . En gastro- nomía, si sos un tipo curioso e interesado, vas aprendiendo. Si sos despabilado es un buen ne- gocio, pero siempre teniendomu- cho respeto por el producto, por- que la gente sea bien atendida.
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