TELL MAGAZINE ABRIL 2022

No se decantó por la carrera de Arte porque encontraba que ha- bía que ser muy prodigioso. “Siempre me encantó el arte, pero encontraba que no tenía las características para ser artista, que me faltaba talento y que era demasiado cuerda como para des- tacar”. Ríe. En su búsqueda artística tomó varios talleres, pero el de cerámi- ca, con Ricardo Irarrázaval, marcó un punto de inflexión. “Me ena- moré de la cerámica, me fascinó el material, el tener las manos en el barro. Lo que me gusta de ella es que me saca de mi rigidez, me encanta que no sea perfecta, lograr ese toque rústico, que se note más la mano. El lenguaje es más rico cuando la obra es más orgánica y no tan industrializada”. ARTE INTUITIVO Admiradora de Paul Klee y Van Gogh, metódica y estructurada, dice que le gusta la pieza única, ojalá con grietas, porque habla justamente de la singularidad de cada obra. “Me gusta que se note que está hecha a mano y que ninguna es igual a la otra”. En ese tiempo sus pinturas hablaban de corazones, árboles y casas de líneas simples, casi infantiles. Y se preguntó ¿qué tal si lo llevo al volumen? En su taller, con esa inquietud en la cabeza, se puso manos a la obra. Si bien al principio fueron, y siguen siendo, carteras, sus colecciones de árboles y casas son muy demandadas en las redes sociales. “Mi trabajo artístico no va por la crítica social ni el arte más tes- timonial. Aunque me gusta que haya gente que lo haga, no es lo mío. Lo mío tiene un estilo más relajado, más naíf si tú quieres. Es una manera de expresarme, es el colorido, el diseño, la tex- tura, un todo armónico”.

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