TELL MAGAZINE ENERO 2021

74 tell. cl gente pudiera disfrutar de un trekking (de tres dificultades) con espectaculares miradores o estaciones, a gran altura, para maravillarse del valle y descansar”. MAGIA Y ENCANTO Cuando ya estaban listos los senderos, falta- ba un espacio para que los visitantes pudieran pernoctar, pero no podía ser cualquier tipo de estructura. “Había que preservar el lugar, pues Buchupureo es una zona forestal, pero donde, lamentablemente, toda la primera línea está devastada. Paralelamente, y luego de conocer el terreno en profundidad, surgió la idea de ha- cer canopies, pero cuando estaban instaladas las plataformas la idea de hacer cabañas sobre los árboles fue inmediata”. La primera en construirse fue Casa Bruja, una casa en el árbol, de un ambiente para dos personas, con una cama de dos plazas sobre un altillo y cocina americana equipada. Pero donde el gran protagonista, por supuesto, es un precioso árbol que pasa por medio de la es- tructura. Luego se fueron armando las demás estructuras fabricadas con madera y fierro, y pintadas con colores negro y rojo. Casa Eucaliptus es una espectacular casa del árbol de tres pisos y para cuatro personas, con una preciosa terraza y vista inigualable hacia el valle. Y para quienes quieren ir en grupo, Casa Castillo sorprende con dos ambientes, para seis personas, rodeada del bosque nativo. “Dormir en un árbol genera una sensación maravillosa, con un leve movimiento, donde te sientes dentro de la naturaleza; sin duda es una experiencia única, donde hay una tranquili- dad inigualable. Pero también, para los menos aventureros, se construyeron dos bungalows en tierra (para dos personas) y con chimenea para el invierno”. VIVIR LA NATURALEZA Recorrer los senderos —de aproximadamente dos kilómetros— tiene un encanto tan grande como dormir en los árboles. En ellos hay mi- radores con vista al valle y de fondo al mar, puntos de descanso, columpios, vertientes de aguas cristalinas (que se pueden apreciar mejor en invierno) y naturaleza que está a simple vista. “En esta zona hay muchas flora y fauna (sobre todo aves) endógena, propia del bosque nativo como copihues, peumo, arra- yán, boldo, quillay, maquis, arrayán, eucalip- tus, nalcas gigantes y helechos. Además aún

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