TELL SANTIAGO NOVIEMBRE 2019
76 tell. cl (El canto de la ballena azul chilena) era totalmente diferente de las grabaciones que se habían hecho, y distinto también del canto antártico. Era un canto nuevo, no descrito. Así pude afirmar que estos animales tienen su dialecto regional único”. A sí como existe el mitodequehay un doble de nosotros en alguna parte del mundo, la geografía también tiene su símil. Así, Susannah Buchan conoció nuestro país mucho antes de realmente estar aquí. “De niña pasaba los veranos en la casa de mis abuelos en Canadá, en la Bahía de Fundy. Es una zona súper importante de alimentación de ballenas en el Atlántico Norte, entonces desde pequeña desarrollé esta obsesión y pasión por las ellas, y también el gusto por la navegación, por estar cerca del mar. Durante el año, por el trabajo de mis papás, vivíamos en ciudades capitales, por lo que tuve una infancia muy urbana, pero los veranos los pasaba en ese lugar que se parece mucho al sur de Chile, con aguas frías, fiordos, ballenas, y costas rocosas”, cuenta. Esta oceanógrafa nació el mismo año en que se firmó la moratoria de caza de ballenas en 1983. “Me crié en el mundo postapocalíptico en términos balleneros, lo que fue muy importante también porque fue un momento donde las ballenas se dejan de cazar y se ven como recurso turístico. Empiezan a tener más valor vivas que muertas”. El primer contacto de Susannah con las ballenas fue a través del turismo de avistamiento. “Sé lo importante que son estas actividades en la concientización de las personas, porque a mí me marcaron la vida”. CARRERA DE BALLENAS Susannah estudió Oceanografía en la Universidad de Southampton, en el Centro Oceanográfico Nacional de Gran Bretaña. “Quise estudiar eso porque siempre me ha interesado no solo la biología, sino el ambiente en el que habitan las ballenas. Esta carrerame dio una visiónmás amplia de la dinámica y la variabilidad del hábitat en que se mueven”. Luego estudió un magíster en la Universidad de Saint Andrews, enfocado en las ballenas y el modelamiento de hábitat de cachalotes en el Mediterráneo. Ahí trabajó con uno de los expertos mundiales en cultura y acústica de cachalotes, Luke Rendell. “Y por esas casualidades de la vida, conocí al chileno Max Bello, quien había fundado una ONG en la Patagonia: el Centro de Ballena Azul. En ese tiempo él estaba haciendo un magíster en conservación en Escocia, yme contó de su proyecto. Ahora es muy reconocido, vive en Washington y es uno de los organizadores de la COP25”.
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