TELL SANTIAGO NOVIEMBRE 2019

33 tell. cl D esde hace más de treinta años, Mastrantonio Ristorante es un ícono de la cocina italiana en Reñaca y de una cercana atención entregada por sus propios dueños. Ubicados entre Av. José Manuel Balmaceda y calle Central, a pasos de la playa, es reconocido por su típica fachada. Una casona de madera que data de 1950, pintada de negro, con grandes ventanales en toda su parte frontal y letras rojas con el apellido familiar. Pero aquella postal que ha recibido a un sinfín de turistas y clientes fue la misma que comenzó a aparecer en las redes sociales y medios de comunicación —el pasado 10 de noviembre—, cuando desde el interior del restaurante salían llamas descontroladas luego de que un grupo de delincuentes ingresara a saquear y romper todo lo que encontraron. Una situación que afectó también a varios locales, departamentos, casas e incluso a la parroquia Santa María de Los Ángeles. “Nosotros sabíamos que estaba convocada una manifestación en la playa de Reñaca, pero jamás pensamos que iba a desatar tal nivel de violencia y descontrol. Llegaron alrededor de cinco mil personas a la playa, dentro de las cuales había un grupo minoritario, pero muy organizado para hacer destrozos. Cuando sentimos el fuerte golpe en la parte delantera y entraron a la fuerza —quebrando los ventanales—, con mi señora e hijo estábamos mirando todo desde el segundo piso porque nuestra casa está ubicada arriba del restaurante. Por suerte teníamos un plan de evacuación previo (tal como ocurre con los terremotos). Alcanzamos a arrancar por la puerta posterior, con lo puesto, con nuestro gato y un par de mochilas”, relata el dueño Marcelo Mastrantonio, quien trabaja junto a su esposa, Mónica Muñoz, y su hijo Marcelo. Tras el estallido social muchas Pymes han sido afectadas por los saqueos y el descontrol de grupos vandálicos que se aprovechan de las manifestaciones para atacar. Uno de ellos fue el icónico restaurante italiano Mastrantonio que gracias al apoyo de vecinos y amigos está dando la batalla para no cerrar sus puertas. Por María Inés Manzo C. / Fotografía Teresa Lamas G. y gentileza de Mastrantonio. Mastrantonio Ristorante Un clásico de Reñaca

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