TELL SANTIAGO NOVIEMBRE 2019
cliente, y no es así, es el emprendedor quien co- rre los riesgos. Nuestros emprendedores tienen una fuerza y un motor propio, y en Chile estaban dadas todas las condiciones y las ganas para convertirnos en el mejor país del mundo para emprender. Confío y soy optimista en que a tra- vés del diálogo, y trabajando duro, vamos a sa- car este país adelante, vamos a levantar Chile”. Hoy son 38.000 pequeñas y medianas empre- sas asociadas a la ASECH y definitivamente sus aprehensiones cambiaron tras el estallido social y las nuevas demandas que surgen en carpeta. “Como asociación, hoy estamos abocados a evi- tar quiebres, desplomes, levantando pymes; es- tamos liderando un centenar de iniciativas para apoyarlos. Están en extremo preocupados, pues deben pagar sueldos y cumplir con sus créditos. Las órdenes de compra hoy están paralizadas; el 33% del retail , entre farmacias y supermerca- dos, está en el suelo, y hay lugares donde no va a llegar el supermercado.” ¿Cuál es la ayuda inmediata que debiera pro- porcionársele a las pymes? La ASECH ha estado hablando con los bancos, especialmente con el Banco Estado, y hemos visto que tanto la banca, como el SII, han empa- tizado y están dando facilidades. Por otro lado, el empresariado, si antes burlaba la orden de compra y no concretaba el pago a treinta días, hoy varias empresas están pagando al contado. Eso es fundamental porque cambia completa- mente la situación de la pyme en tanto tiene caja. Asimismo, hay ONG que se dedican a las mentorías y están prestando asesoría de plani- ficación, porque están todos muy bloqueados con esto, no saben qué hacer; creo que el men- toring y el apoyo, no solo con buenos proyectos y experticia, sino también con el corazón, pueden hacer la diferencia. Siento que ha habido mu- cha solidaridad. “Hoy el llamado que hacemos desde la ASECH es a la paz y al diálogo. Como emprendedores no ponemos a disposición del gobierno de Chi- le y de la oposición para avanzar en un diálogo honesto; los emprendedores y las pymes somos positivos, por lo mismo, somos enfáticos en re- chazar los actos de violencia”. Desde tu prisma, ¿cómo crees que se empare- ja la cancha? En Noruega, el rey, una vez a la semana, trabaja 27 tell. cl Aquí nos falta empatía, conexión con el otro, cuesta que los chilenos nos conectemos con los pobres… si todos fuéramos a un hospital público y viviéramos las largas colas, seguramente mejoraríamos la industria, eso ayudaría a que Chile fuera más parejo y más justo”. en la municipalidad, sirve café y escucha a la gente. Al día siguiente lo ves en una ceremonia vestido de rey. Si tú le preguntas allá a los no- bles dónde estudiaron, resulta que lo hicieron en el colegio del barrio. Puedes estudiar con el hijo de un profesor o con el hijo de alguien que no tiene profesión, ahí no hay discriminación. Aquí nos falta empatía, conexión con el otro, cuesta que los chilenos nos conectemos con los pobres… si todos fuéramos a un hospital pú- blico y viviéramos las largas colas, seguramente mejoraríamos la industria, eso ayudaría a que Chile fuera más parejo y más justo. ¿Hay cabida en nuestra sociedad para la me- ritocracia? Sí, hoy veo al empresariado mucho más abierto a levantar talentos, a auspiciar becas, creo que esta década que comienza va a ser de grandes cambios en ese sentido; hoy día los millennials con sus audífonos o trabajando desde la casa pueden demostrar talento, mostrar resultados, y eso se está valorando, está cambiando sideral- mente respecto a lo que era. Vemos que gente que estudió en escuela con número, fue becada y llegó lejos. La meritocracia es justa, al final to- dos queremos ser tratados de igual manera. T
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