TELL santiago NOVIEMBRE 2018
47 tell. cl Una frazada de nosotros dura toda una vida. Nos han traído frazadas que tienen sesenta años y están impecables. Una de las muchas propiedades que tiene la lana es que es más resistente que todas las otras fibras naturales. Es la reina de las fibras”, asegura Federico Casaccia. ¿Tampoco han caído en la tentación de fabricar en otro país? No, la frazada clásica se sigue haciendo en Chile. ¿Por qué? Porque es la clave que nos ha permitido tener la mejor calidad. Una frazada de nosotros dura toda una vida. Nos han traído frazadas que tienen sesenta años y están impecables. Una de las muchas propiedades que tiene la lana es que es más resistente que todas las otras fibras naturales. Es la reina de las fibras. ¿Cuáles son sus ventajas? Son muchas. Lo primero, es una producción amigable con el medio ambiente, ciento por ciento natural y renovable. Si se cuida, la gente no tiene por qué seguir gastando en nueva ropa de abrigo. Eso de por sí, ya es ecológico. Pero además, es una fibra con atributos que la hacen insuperable. ¿Cómo cuáles? La lana es una reguladora natural de la temperatura, no hace transpirar, no da mal olor, es bactericida, no se inflama y es muy resistente, pero a la vez flexible y suave. Además es higroscópica, es decir, absorbe la humedad entregando calor seco, por eso otorga un descanso tan efectivo. ¿Y la frazada en particular, qué ventajas tiene? La frazada tiene muchas más prestaciones de servicios que un plumón. Además, las nuestras son las mejores. No lo digo yo. Lo dice todo el mundo. ¡A nuestras frazadas no les compite nadie a nivel mundial! TEJIENDO EL FUTURO Mantenerse en pie después de más de ochenta años no ha sido fácil. “Antes en cada esquina había una fábrica”, dice Federico, recordando a tantos emprendimientos que había en ese mismo barrio y que fueron quedando en el camino. Ha sido un proceso de mucho trabajo, dice, pero donde nada les ha impedido que en la actualidad estén presentes en todo Chile a través del retail, las ventas de la página www. elcastillo.cl y en la tienda en avenida La Dehesa 1450, en lo Barnechea. ¿Cuál ha sido la clave para sobrevivir? La clave ha sido el esfuerzo, la dedicación, la perseverancia y la calidad de los productos que entregamos. Pero si un día fueron las vicisitudes económicas y políticas de la segunda mitad del siglo pasado las que amenazaron la producción o la permanencia de la marca, en la actualidad ha sido la competencia de China y otros países que han incorporado al mercado nacional productos de menor precio, aunque de más baja calidad. “Mi abuelo y mi padre también se tuvieron que ir adaptando a los tiempos. En un comienzo fabricaban tela casineta, la de los pantalones de huaso, pero cuando salió el bluyín, se cambiaron a las colchas... Y así. Nosotros nos hemos ido también adaptando”, comenta Federico, señalando a Antonella, su hija, ingeniera comercial, que es la encargada de tomar los desafíos de la actualidad.
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