TELL santiago NOVIEMBRE 2018

34 tell. cl Siempre fui súper deportista y me encantaba hacer cosas al aire libre. Cuando tuve el accidente pensé que eso iba a quedar restringido para mí, pero de a poco me fui dando cuenta de que no era verdad...”. internet. Fue entonces que empezamos a recibir muchos requeri- mientos de gente que quería hacer el viaje y nosotros les enviába- mos nuestra guía, pero no era suficiente. Comenzamos a ayudar a otra gente a armar su viaje y ahí, junto con Camilo, mi amigo y socio, se nos ocurrió crear Wheel The World . Buscamos replicar lo de Torres del Paine y habilitar experiencias en distintos lugares que hasta ahora pensábamos inaccesibles. Tras Torres del Paine vino Isla de Pascua; la idea era buscar lugares icónicos que les permitieran generar marca y asimismo tener visibi- lidad. “Cuando la gente va, recorre la isla en bicicleta, hace trekking por los parques arqueológicos o disfruta del mar; nosotros quería- mos hacer lo mismo. Con el apoyo de nuestras marcas, Banco de Chile, Columbia y Cerveza Royal, compramos todo el equipamiento e hicimos una alianza con un tour operador local, al cual entrena- mos para que otra gente pueda replicar la experiencia. Hoy en la isla disponemos de dos bicicletas, dos sillas de trekking y dos de playa (que no se entierran en la arena y pueden ingresar al agua), y ade- más capacitamos a un centro de buceo para que puedan ofrecer una alternativa de buceo adaptado”. Se sumaron destinos como Cochamó-Puerto Varas, en la Región de los Lagos, San Pedro de Atacama, además de Oaxaca, en México. Ahora esperan comenzar a operar en Pucón, Viña del Mar, Cuzco y Estados Unidos. La internacionalización ha sido posible debido a que todos los servicios se ofrecen a través de una plataforma web: gowheeltheworld.com y gracias al apoyo de sitios tan renombrados como www.booking.com . ¿Es tan simple como bookear un viaje a través de internet? Una vez que las personas nos contactan a través de la web , lo que nosotros hacemos es entender bien, mediante un formulario, cuál es la discapacidad que tienen y obviamente los llamamos para Se toparon con varios impedimentos, pero los obstáculos sólo los motivaban. Nunca nadie con discapacidad había recorrido las torres y eso fue suficiente para que un grupo de empresas decidie- ran sumarse y auspiciar la, entonces, aventura de Álvaro. “Empecé a ver cómo recorrer las torres y di con una silla que se ocupaba para hacer paseo en cerros. No me la quisieron prestar, costaba ocho mil dólares, así que conseguimos la plata con aus- piciadores, hicimos el paseo y dejamos la silla allá, como un legado. Además, hicimos una guía online ; la idea era que otros, en condiciones similares a las mías, pudieran repetir la experiencia”. ¿Y qué tal resultó el viaje? ¡Lo pasamos increíble!, además aprovechamos de filmar un documental y eso se difundió mucho por Fotografía Pilar Elorriaga

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