TELL santiago NOVIEMBRE 2018

Jacinta Besa artista visual Belleza Viene de terminar su primera exposición en solitario y ya está planificando sus próximos viajes, muestras y colaboraciones. Una artista imparable que ha encontrado en la plasticina la materialidad que necesitaba para comunicar sus ideas. Por María Jesús Sáinz N. / Fotografías Andrea Barceló A. E l taller que Jacinta Besa comparte en la comuna de Providencia con otros artistas, arquitectos y músicos, es una antigua casona en la calle Pocu- ro llena de mesones de trabajo, pinturas, cuadros enmarcados, materiales diversos y trozos de plas- ticina de todos los colores. En lo que un día fue el living de esta casa, donde hoy se res- pira creatividad y arte, está su propio espacio de trabajo. “Mira, acá ya tengo siete colores y es apenas una parte muy pequeña de lo que estoy haciendo”, dice, mientras muestra una flor gris, con todos sus matices, que está a medio ter- minar sobre su mesa. “Cuando me pongo a trabajar, hago una paleta alrededor con todos los colores que pudiera necesitar y me pongo a mezclar; y pego pedacito por pedacito”, dice para explicar por qué demora tanto en cada cuadro que realiza, más aún si se considera que trabaja grandes formatos. Es una labor meticulosa y paciente. “Esta es mi oficina. Aquí ven- go todos los días a trabajar y me encanta”, dice. moldeable

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