TELL santiago OCTUBRE 2018
Tiene un manejo del color impresionante, pero lo más importante es que no es ese cuadro hecho comercialmente para venderse. José Luis pintó porque quiso pintar y eso transmite un espíritu de belleza”, Carolina Ortiz. vamente en francés. En el fondo le está diciendo que no entiende su idioma. ¿Cómo lo conociste? Me contactaron para pedirme la tienda y hacer esta venta y me con- taron un poco su historia. Entonces dije, lo quiero conocer… y ahí nos enamoramos, ¿cierto José Luis? (se ríen). ¿Cómo ha sido este tiempo trabajando con él? En un principio vine por ayudar nomás, pero después nos fuimos haciendo amigos. Me gustó su obra y me gusta conversar con él. Cuesta encontrar gente despegada de las cosas materiales. ¿Cómo describirías sus obras? Si te digo en términos técnicos hay una cosa entre puntillismo e hiperrealismo. Una mezcla bastante compleja, pero tiene cada una su sello especial. Tiene además un manejo del color impresionan- te, pero lo más importante es que no es ese cuadro hecho comer- cialmente para venderse. José Luis pintó porque quiso pintar y eso transmite un espíritu de belleza. José Luis se apura en explicar que esto no es una exposición de obras. “Es una realización”, dice. “Me vi forzado a vender mis obras. En términos muy prácticos necesito tener suficiente dinero para pa- gar las excesivas alzas de las contribuciones de los bienes raíces, vale decir, de los hogares, como les llamo yo, que es la casa en la cual uno vive y que es lo único que posee” ¿Esta visión de la vida que usted tiene, despojada de lomaterial, se ve reflejada en su obra? Esto que yo le narro, está muy vinculado a la solidaridad, la frater- nidad, muy poco hoy en vigencia. Hoy en día está sistematizado el individualismo económico, social, etcétera, entonces yo estoy en las antípodas de ese individualismo. Yo practico y predico la soli- daridad humana. Es decir, ¿esto va más allá de su caso en particular? Es una causa global y por eso estamos insertos en un compromiso de que esto avance, camine, de que se abra, para poder salvar, en algunamedida, el bien común, tan poco común y tan poco bien, que impera hoy en este país. ¿Le duele mucho desprenderse de su obra? No, ojo. No es un parto. No me desprendo. Ahí está lo interesante. Mercantilmente hablando, se liquida todo hasta agotar existencia, pero ese es el lenguajemundano. Acá no es eso. ¡Yo estoy encantado! ¿Qué es entonces? Desde hace un tiempo a esta parte en mi obra siempre hay un cen- tro. Un punto distintivo para señalar que aquí hay un mensaje, y el mensaje es que al hombre le incumbe ser inmortal. ¡El hombre es inmortal! No como carne, no como mundanalidad, sino en su esencia. Somos inmortales y entonces a través de esta obra, que el hombre puede contemplar, se contagia de esa inmortalidad y cam- bia su manera de ser, del mundo a la tierra. LA CONVERSIÓN A José Luis le gusta hablar, contar historias y contestar las pregun- tas con preguntas nuevas. Su lenguaje y dicción demuestran su alto nivel de educación. Sentado en lo que un día fue el living de su casa y que hoy parece más un taller, habla de Pablo de Tarso. “Era un fariseo, enemigo acérrimo de todos aquellos que seguían a este personaje que se llamaba Jesús de Nazaret. Era inmiseri- corde con los cristianos. Resulta que un día, llevando una orden de detención de Jerusalén a Damasco, en mitad del camino, se cayó del caballo”. ¡Como usted! Porque a usted le gusta decir que se cayó del caballo, aunque figurativamente… Así es. Él cae y escucha una voz que le dice “Pablo, Pablo, ¿por qué me persigues?”. Entonces Pablo responde “¿Quién eres tú? Y la voz le dice, “Yo soy aquel a quien tú estás persiguiendo”. Quedó ciego durante tres días. Lo tuvieron que llevar como a un niñito aDamasco y ahí entonces se provocó la transformación completa de su existencia. ¿Y cuál fue la voz que escuchó usted? Bueno, no hubo tal voz. Soy un poquito menos importante que Pa- blo de Tarso (ríe). José Luis dice que si bien no se cayó de ningún caballo, lo suyo fue algo también de la noche a la mañana. Explica que sucedió en un periodo histórico en que Chile era un caos. “No hablemos de Unidad Popular, porque en realidad el fenómeno que se produjo en esos años era colectivo. El hombre es invencible y ahí estaban unos con sus ideas, los contrarios con otras ideas, ¿Y el hombre? ¿Dónde estaba el hombre?”. Dice que al ver lo que estaba pasando se dio cuenta de que era irreversible y que entonces era mejor salir del buque que se estaba hundiendo, para poder vivir y salvar a la gente. Regando su jardín, disfrutando del silencio y despojándose del tiem- po, el dinero y las cosas materiales, descubrió que hay cuatro con- ceptos fundamentales: belleza, libertad, verdad y amor. “Sin liber- tad, no hay belleza, y sin belleza no existe verdad…. Y así”, explica. ¿Qué es para usted el tiempo? El tiempo está al servicio nuestro. Es indivisible. Cada minuto es eterno. Somos eternos. Qué importante. La eternidad está aquí, ahora y siempre. 47 tell. cl
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