TELL santiago OCTUBRE 2018
¿Qué otras comidas le preparabas? Desde chuletas de cordero a bacalao, que hoy es su pescado favorito y la mejor fuente de omega tres, así que como sea trato de encontrarlo. Igual tiene unas mañas súper específicas, por ejemplo, no come clara de huevo. Pero le encanta el sushi y puede comer un plato con curry, mango y pollo, como si fueran papas fritas. ¿Por qué tu hijo no aparece en tus redes sociales? A él lo cuido mucho, de hecho en mis fotos no apa- rece jamás su cara. Hace dos años nos fuimos a vivir a Santiago por el trabajo de mi pololo —aun- que viajamos todos los fines de semana a Viña— y empezó a ir a un jardín infantil en el que sus com- pañeros son hijos de famosos. Ahí me di cuenta de cómo exponen a los hijos y cualquier persona reconoce a esos niños en la calle. Entonces él es el mini gourmet, el protagonista de todo esto, pero no aparece. Sí salen sus manos, amasando, comien- do, cocinando, porque le encanta. ¿Cuál es el sello de Mini Gourmet? Trato de enfocarme sólo en cocina. Me he dado cuenta de que muchas blogueras gastronómicas “Como en mi familia paterna son todos del área artística me había entusiasmado, pero se abrió la carrera de cocina en Culinary y me cambié sin pensarlo. Antes no había muchos lugares donde estu- diar cocina en Viña, sólo institutos especializados para maestros de cocina. Después egresé y me fui a España, a la zona de Tenerife, donde trabajé en un hotel y en un restaurante”. Ya en Chile, el 2006, abrió una fábrica de mermeladas en Reñaca llamada La Cocina de Mila, muy popular en la época, y con la cual, además, participó en ferias como Paula Gourmet y Echinuco. “Fui la primera en elaborar preparaciones no tan típicas o tradicionales como la mermelada de ají o cebolla. Hasta el día de hoy la gente las extraña y me pide que las vuelva a hacer, pues cerré definiti- vamente la fábrica el 2015, un año después de que nació mi hijo Antonio. Llegué a hacer hasta cuatro mil mermeladas al mes, pero ese trabajo ya no era compatible con el tiempo que quería dedicar a la crianza y decidí dejar todo hasta que él entre al colegio”. MINI GOURMET “Cuando chica era súper mañosa. Me gustaban los sabores marca- dos, como el queso parmesano, o los alimentos que crujieran, como el apio, el pimentón o las nueces. Entonces decidí preocuparme de que mi hijo tuviera una paleta de sabores amplia. En alguna parte leí que las cosas que los niños no probaban antes del año y medio después no les iban a gustar. Entonces, empecé a darle muchas preparaciones ricas, pero más gourmet”. ¿Por eso el nombre de tu blog? Sí, además mi mamá y mi suegra, que son doctoras, estaban es- pantadas porque de chico le daba fideos cabello de ángel, pero con crema y anchoas. Su pediatra, que es amigo de ambas, nunca le encontró lo malo, al contrario, fue él quien bautizó a Antonio como el mini gourmet, pues era el niño más sibarita que había conocido. Decidí preocuparme de que mi hijo tuviera una paleta de sabores amplia. En alguna parte leí que las cosas que los niños no probaban antes del año y medio después no les iban a gustar. Entonces, empecé a darle muchas preparaciones ricas, pero más gourmet”. 30 tell. cl
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