TELL SANTIAGO SEPTIEMBRE 2019
T iene treinta y siete años, un hijo y la música pegada a la piel. “Desde los once años supe que sería músico, así de simple. Siempre fue la música y el teatro”, dice desde su casa, en Jardín del Mar. Alegre y relajada, co- menta que toda su carrera artística ha transcurrido en septenios. “Durante siete años estuve en una banda llamada Al otro pueblo ; siete años en la compañía de teatro La ca- chiporra y siete más en Doña Jose ”. ¿Qué pasó con la banda? Fueron siete años increíbles, pero algo pasó con la adrenalina arriba del escenario. En vez de disfrutarlo, estaba todo el rato con un nudo en la guata. No sé si fue pánico escénico o qué, pero no estaba vi- viendo la música y me di cuenta de que había otros horizontes. Durante el verano tuvieron sus últimas presentaciones antes de di- solverse como grupo. “Dimos tres conciertos, lo pasamos increíble, pero siento que es algo que ya pasó, que cumplimos un ciclo. Hi- cimos un EP, lanzamos un disco súper bonito, pero la época de la “trova bailable”, como le decíamos, ya pasó”. La voz de Josefina es poderosa. Y aunque es su gran carta de pre- sentación, hoy la mueve mucho enseñar a cantar y hacer clases de guitarra, piano, viola y ukelele, que son los instrumentos que de una u otra forma la han acompañado a lo largo de su vida. “Después de estudiar Música en la PUCV, me fui a Santiago a tomar clases de canto con Fernanda Carrasco, la vocalista de La mano ajena . Me sirvió muchísimo. En la universidad había un ramo que se llamaba Técnica Vocal, pero como tenía nódulos, me mandaron al fonoaudió- logo. Durante un año hice un taller con Francesca Ancarola y fue ella Después de siete años con su banda Doña Jose , esta cantautora viñamarina decidió incursionar en otras disciplinas como el aerial yoga. Y aunque sigue cantando cada sábado en Valparaíso y volvería a elegir la música una y otra vez, decidió darse una pausa, escucharse y encontrar su propia voz en otras expresiones. “El aerial yoga me ancla al presente y me hace disfrutar el momento y las cosas simples de la vida”. Por Macarena Ríos R. / Mariela Sotomayor G. cantautora Josefina Muñoz Cooper 41 tell. cl quien me recomendó tomar una buena profesora, porque lo más probable es que esos nódulos fueran por algo emocional. Y así fue. Estuve tres años en clases de canto con Fernanda y desaparecieron los nódulos”. ¿Sigues cantando? Todos los sábados canto en el Café Turri y me encanta. Para mí es súper importante tocar con amigos. ¿Quiénes son tus referentes? Antes me gustaban mucho Juana Fé, Julieta Venegas, María Rita y Natalia Lafourcade. ¿Y ahora? ¿Sabes lo que me pasa? Que dejé de mirar referentes. Ahora escu- cho harto jazz, o chillout . ¿Cómo saber si uno tiene aptitudes para el canto? Cualquiera puede educar su voz y cantar. Ahora, hay personas que tienen un timbre de voz especial, con un registro más amplio. Es lo que llaman el “metal” de tu voz, que es el registro donde está vibran- do la voz. ¿La voz se cuida? Sí, pero cuando logras entender la técnica, es muy difícil que se dañe. ¿Qué consejos das en tus clases de canto? Lo primero que les digo a los niños es que tienen que amar su voz. Me pasa mucho que siempre quieren cantar como tal o cual cantan-
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