TELL SANTIAGO SEPTIEMBRE 2019
T Yo gocé estudiando estética, pero me di cuenta de que lo mío era el hacer más que el teorizar sobre el arte”. HAMPARTE “Mamá, quiero estudiar arte”, le dijo un día su hijo Gonzalo a Fernanda. El flashback fue inmediato y la remontó a la misma pregunta que ella le había hecho a su papá, años atrás. “Lo senté y le dije las cosas como eran, que iba a ser difícil, que nadie lo iba a ir a buscar a su taller, que las redes de apoyo son muy necesarias, porque uno solo no lle- ga a ningún lado, que iba a tener que perseverar y perseverar”. ¿Cómo ves el circuito del arte? Las galerías están desapareciendo. Hoy en día la autogestión es la movida y eso en gran parte se debe a las redes sociales. Lo que se viene con fuerza son las ferias de arte, como ArtStgo o FAXXI, porque democratizan el arte y son transversales. Además que el artista está presente, tiene cone- xión directa con el público, y no pagas comisión, solo el arriendo del stand. Fabulaxx es una exposición bipersonal, ¿las pre- fieres? Encuentro que este tipo de exposiciones se poten- cian, porque cada artista lleva su público, va más gente, y es mucho más entretenido. La inaugura- ción en la galería de la viña Casa Sur con Paloma Rodríguez estuvo increíble. Y con la Cata Perl aca- bamos de exponer en Galería Nómada. ¿Qué te inspira? Los procesos internos. En mi última exposición (Nómada) abrí mis imágenes, como si fueran un espejo, para interpretar la voz interior. Toda la nue- va producción se basó en este espejo, que se fun- damenta en que todo lo que a ti te gusta o te carga del otro también está en ti. ¿Cómo describirías tu obra? Mis monos son súper ambiguos, extraños, muchos de ellos son fusiones. Pero de lo que tengo plena certeza es que es honesta, no es pretenciosa. Hoy en día peleo contra la falsedad y el vacío. Esa es mi furia de hoy. Hace poco se hizo una exposición con unos tubos de PVC atornillados a lamuralla. Enton- ces uno dice qué choro, qué rupturista. Pero eso se hizo hace mucho rato, partió con Duchamp. El problema es que si a ti no te gusta, te dicen que no entiendes lo que hay detrás. Ahí está el juego. Y se ha generado un concepto que se llama Hamparte, ¿Qué rescatas de tu paso por Barcelona? Que por primera vez me creí el cuento. Yo volví a Chile diciendo “me voy a dedicar a esto”. Full empoderada y tomé clases de grabado en metal y grabado verde con la Carola García-Huidobro. ¿Quiénes son tus referentes? René Magritte, desde chica. Siempre fue él. La primera vez que vi una imagen suya fue en una enciclopedia de arte Salvat, de esas antiguas. Lo amo. Ahora, mi ídola chilena absoluta es Bruna Truffa, una de las propulsoras del arte kitsch de buena llegada. Tus obras me recuerdan a Chagall Qué honor, él me encanta. Su manera de pintar es más sutil. ¿Cuál es tu técnica? Antes hacía harto collage , pero ahora busco tapices, linos o géne- ros estampados, los mando a entelar en bastidores y pinto sobre eso. Agrego un imprimante transparente sobre el género para que el óleo o el acrílico agarren bien el color. ¿Cómo es tu proceso creativo? Súper visceral. Nunca hago un boceto ni tengo un tema definido. Tampoco puedo partir del blanco, odio el blanco. Por eso entelo los bastidores y comienzo a crear desde ahí.
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