TELL SANTIAGO SEPTIEMBRE 2019

Por estos días sus obras se pueden ver en la muestra Fabulaxx , en la galería de arte de Viña Casa Sur. Surrealistas, coloridos y sugerentes, sus cuadros texturados son una mixtura de óleo y acrílico. “Mis monos son súper ambiguos, extraños, muchos de ellos son fusiones. Pero de lo que tengo plena certeza, es que mi obra es honesta”. Por Macarena Ríos R. / Fotografías Andrea Barceló A. L a casa de Fernanda es alegre y lumino- sa, como ella. No podría haber sido de otra manera. De espacios abiertos, los amplios ventanales, con el paisaje cor- dillerano de fondo, permiten apreciar aún más cada pintura, cada grabado, cada escultura apostada en paredes y estantes. De ella —donde plasma distintas personalidades que son representadas por animales— y de varios artistas de la escena nacional. “He ido acumulando cosas con los años, cuando viajo me traigo todas las artesanías posibles”, cuenta, mientras su gata Lechuga se pasea por el corredor vidriado. “Mis obras son puros animales, que son representación de personalidades y me da por época. Un tiempome dio por las vacas. Amo los chanchos, de hecho tengo una colección, pero mi alter ego es mi gata”. Toda la vida pintó. Pero cuando quiso estudiar arte obtuvo un rotundo no familiar. Entonces lo de Fernanda fue una vuelta larga antes de poder dedicarse a lo que más le gustaba: la pintura. Una vuelta que involucró el estudio de dos carre- ras: diseño gráfico y licenciatura en Estética —“yo gocé estudiando estética, pero me di cuenta de que lo mío era el hacer más que el teorizar sobre el arte” —, y que culminó con un viaje a Barcelo- na junto a su marido y sus dos hijos. “Me metí a estudiar en talleres de figura humana y óleo en el Instituto L´ Studi. Cuando estaba allí me ofre- cieron montar una exposición individual en el hall del instituto, imagínate”. Fernanda Saldivia Odaal kitsch artista

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