TELL SANTIAGO SEPTIEMBRE 2018

Es básico que la empresa privada se defina e introduzca nuevas políticas de género y diversidad para que las mujeres puedan incorporarse al mundo laboral”. en la alta dirección, en directorios y en gerencias de primera y segunda línea. De 419 empresas grandes y medianas encuesta- das, se concluyó que “a más alto cargo del nivel ejecutivo, menor es la presencia de mujeres. La gerencia general, el puesto más relevante para la gestión y la toma de decisiones de una compañía, es el con menor prevalencia femenina (8%). Por su parte, la presencia de mujeres en primera línea ejecutiva es de 27,6% y de segunda línea 33,8%. En ambos casos, la situación es más favorable para medianas empresas, lo que se replica para los directorios”. ¿Cuál es, a tu juicio, el rol que cumple lamujer hoy en día en la empresa? En ME creemos que ese rol es absolutamente fundamental y estamos comprometidas con eso. Creemos que la mujer es, sin duda, un motor para el desarrollo económico del país. Podemos afir- mar que si novecientas mil mujeres se integraran al mercado laboral, el PIB del país aumentaría en un seis por ciento. Es más, hay un estudio reciente, de McKinsey & Company, que señala que todas las empresas con diversidad de género tienen una pro- babilidad de aumentar en un quince por ciento su rendimiento económico, lo que es superior a la me- dia. Hay estudios que comprueban que las mujeres dentro de los directorios, y en cargos gerenciales, aportan al crecimiento y al desarrollo empresarial, ¡de eso no hay ninguna duda! Crecimiento empresarial que viene de la mano de las oportunidades y, por supuesto, de la capacita- ción que se les pueda ofrecer. “Una mujer que está bien preparada, que cuenta con las herramientas y redes necesarias, logra tasas de éxito y escala- miento, cosa que muchas veces no sucede si no hay una formación profesional detrás”. La formación profesional es sin duda el puntapié inicial, de ahí en adelante no existen fronteras en la medida que haya igualdad de oportunidades y se entienda que la meritocracia es el valor supremo dentro de la empresa. ¿Cuál es la visión que tiene la mujer joven que llega a ME? Todas quieren trabajar, y me atrevería a decir que la mayoría prefiere emprender que emplearse. Hoy en día, seis mujeres de cada diez hombres, son emprendedoras. Estas profesionales están cada día mejor preparadas y un 47,4% tiene estudios superiores. Son además súper independientes y quieren manejar su tiempo. Llegan acá con una idea muy clara del negocio que quieren desarro- llar, quieren armar algo propio y convertirse en empresarias pese a no haber transitado el camino convencional de la “carrera profesional”. Para prestar apoyo a estas jóvenes emprende- doras, ME cuenta con una aceleradora de ne- gocios, que otorga financiamiento público a pro- yectos, además de asesoría estratégica. “En los primeros años de nuestra aceleradora, teníamos básicamente proyectos de servicios, manufac- tura, moda y diseño; desde hace dos años, han aumentado los emprendimientos de mujeres en áreas tecnológicas, plataformas de base científi- ca y el desarrollo de proyectos alimenticios. En el tiempo que llevamos con esto, hemos apoyado con financiamiento y asesoría a ciento veinte em- presas, todas lideradas por mujeres”. Cuentan además con un servicio de asesoría en gestión estratégica, es decir, una consultoría per- sonalizada a través de la cual se entregan herra- mientas de gestión, análisis y estrategias a empre- sas con foco en su crecimiento. Para ello se apoyan en una plataforma de expertos contratados por ME y ofrecen un programa que dura dos meses y por cual las socias deben cancelar una cuota. “Tenemos, además, una red de mentores, que son empresarios y ejecutivos de primera línea, que les dan una visión externa del emprendimiento, y la idea es que ellos, a través de su expertise, las apo- yen y ayuden a crecer, buscando estrategias para ampliar su negocio; es una suerte de directorio, una mentoría”. ¿Cuál es el principal temor que enfrenta la mujer a la hora de emprender? La millenial no tiene tantos temores, la mujer sobre los cuarenta, sí. Las más adultas se to- pan con un tema cultural, les faltó preparación y hoy tienen ideas y no saben cómo desarrollar- las profesionalmente. Las jóvenes, en cambio, están todas súper preparadas. El principal pro- blema para el emprendimiento, hoy en día, es el financiamiento; todas necesitan recursos para echar a andar su negocio, por eso hay tanta postulación a créditos CORFO. Para todas aquellas mujeres que bordean los cincuenta años —los llamados nuevos cuaren- ta—, que están empleadas, y que desean em- prender, ME prepara un programa que promete proveerles de herramientas que les permitan dar el gran salto. “Dado que se ha alargado la expectativa de vida, la mujer cercana a los cin- cuenta siente que todavía está súper preparada para llevar a cabo un negocio. Para ellas esta- mos preparando un programa que nos permita apoyarlas. En eso estamos trabajando”. T 29 tell. cl

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