TELL STGO AGOSTO 2019

46 tell. cl somos grandes amigos. Desde el primer momento nos sentimos como iguales. A diferencia de muchos que me miraron extraño y no sabían por qué ‘una niñita tan arregladita de ciudad’ quería mojarse las manos y le gustara tanto el cochayuyo”. Derribando los prejuicios comenzaron una rutina con Rambito, a las cinco de la mañana, y se iban al mar. Siempre curiosa y con las ansias de aprender, entendió que la observación era lo más importante. “A veces le preguntaba: ¿Oye Rambito, cómo está la mar hoy día? Y él sólo me decía: está alegre o hay que dejarla tranquila. Y así pasábamos todo el día en la playa, arriba de las rocas sacando algas con cuerdas”. “Él tiene muchísima experiencia y un sistema de recolección súper eficiente. A los diez años empezó a trabajar con los viejos más conocedores del cochayuyo. Es un hombre que ha aprendido a comunicarse con la mar; y que está lleno de sabiduría y vida”. TAYÚ En medio de este aprendizaje nació hace tres años Tayú. Cuando Josefina terminaba de trabajar con Rambito llegaba a su cabaña a explorar cómo crear un producto concreto. “Partí utilizando el cochayuyo como un textil, un biomaterial. Hice globos y lámparas hasta que me di cuenta de que no podía dejarlo en algo decorativo porque estaba trabajando con un superalimento. Entonces quise relacionar lo nutritivo y las propiedades físicas que me permitían desarrollar ciertas técnicas. ¿Por qué platos comestibles? Me inspiré en la tendencia actual de buscar un producto más limpio, más ecológico. La gente está mucho más consciente y dispuesta a pagar por un producto que genere cero residuos y sea amigable con el medio ambiente. ¿Cómo los desarrollaste? El proceso de elaboración ocupa técnicas de transformación a través de ciencia y tecnología. Tras mucha investigación y desarrollo, de la mano deuna ingeniera enalimentos, seha idomejorando cada vez más. Además de tener diseño atractivo, es orgánico, crocante, impermeable, con un sabor tostado y suave. ¿Se mantienen las propiedades del cochayuyo? Por ahora le aplicamos una temperatura límite para que no pierda el ciento por ciento de Siempre he tenido una cercanía muy especial con el mar, pues ahí está la fuente de la vida. Como soy diseñadora empecé a sentir la necesidad de crear algo sustentable para ayudar a disminuir los plásticos en los océanos y la suciedad de las playas”. Rambito y Josefina

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