TELL STGO AGOSTO 2019

30 tell. cl Kay Nou habla de una situación más que de un lugar, donde hay hermosas casas con un aparente futuro prometedor, pero la verdad es que no sabes qué va a pasar. Los niños tienen hambre, los adultos no tienen trabajo y están aislados del mundo. Allí no hay luz, no hay agua y se encuentran a una hora y media del pueblo más cercano. No hay futuro, no tienen cómo sobrevivir”. T Allí no hay luz, no hay agua y se encuentran a una hora y media del pueblo más cercano. No hay futu- ro, no tienen cómo sobrevivir”. ¿Qué historias te marcaron? Sin duda la historia de John, a quien dediqué este libro, y murió esperando el resultado de un exa- men, pues tenía una masa desconocida creciendo en su estómago. Hicimos lo posible para ayudarlo, juntamos dinero, pero lamentablemente no alcan- zamos a saber qué tenía. La foto que le tomé fue la última antes de su partida. ¿Qué te llamó la atención de la cotidianidad? En Haití a pesar de la escasez de agua son muy preocupados por la limpieza. Como se usa mucho el carbón para cocinar, mantienen la cocina fuera de la casa. El problema es que como ese humo es muy tóxico hay muchos casos de cáncer al pul- món, pero es lo único que pueden hacer. Por otro lado, el haitiano tiene una dignidad muy grande, no dejan que la pobreza los defina y las mujeres van impecables a misa. Lustran sus zapatos para ir a trabajar y se los quitan para entrar a las casas. Este es un libro de formato pequeño… Sí, la primera edición salió en agosto del año pa- sado. Es muy sencillo porque no quería que fuera pretencioso. Lo bordé con la ayuda de unas ami- gas y se hicieron sólo treinta copias. Es un objeto tan íntimo como la historia que relata. Por un lado están las fotos como proyecto y el libro como obra. Ambos se enriquecen. ¿Y cómo llega a ser reconocido en Inglaterra? Lanzamos Kay Nou en la galería Flash de Santiago, vendimos algu- nos para Europa y llegó a las manos de un crítico de fotografía en Londres. Así apareció como una de las mejores publicaciones del 2018 en la revista PhotobookStore, muy prestigiosa a nivel mundial, y para mí fue un gran orgullo. “Ya comencé a trabajar en el proyecto hermano que se llama Lakai Li (La casa de ellos). Cuando nos fuimos a Haití en Chile casi no había haitianos, pero cuando regresé estaba todo este tema mi- gratorio. Eso me generó muchas emociones encontradas al darme cuenta de lo mal que estaban en mi país. Constantemente los están vulnerando, muchos están hacinados o siendo discriminados. Aho- ra estoy en plena producción e investigación. Espero terminarlo este año y lanzarlo el próximo. ¿A quiénes vas a retratar? Ahora estoy trabajando en San Joaquín, en Santiago. Tengo un per- sonaje que se llama Renald, un amigo mío haitiano a quien conocí en una escuela de español. Él sintetiza la metáfora de lo que estoy tratando de explicar, que tiene que ver con la soledad, la pérdida de la identidad, con cómo ellos se encuentran en una sociedad que los rechaza constantemente. Este proyecto es mucho menos documen- tal, más sugerente y metafórico. Por lo mismo, espero que interpele a muchas más personas.

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