TELL STGO AGOSTO 2019
28 tell. cl Luego estudió la carrera de fotografía en la Univer- sidad Politécnica de Cataluña y cursó un posgrado en dirección de arte. Si bien comenzó haciendo su práctica profesional con una reconocida marca de moda española, no le apasionaba esa área y fue una de las razones que la hizo regresar. “La verdad es que mi sueño siempre había sido volver a Valparaíso”. Pero como aquí las ofertas de trabajo eran esca- sas y muy poco valoradas se atrevió a abrir Atípica Studio, agencia que se encuentra dentro de la in- dustria creativa y donde reclutó fotógrafos, audiovi- suales, diseñadores y publicistas. Hoy trabajan de manera online con clientes de España, Francia y Chile. Lo que le permitió tener la estabilidad eco- nómica para hacer, paralelamente, lo que amaba. RIQUEZA HUMANA Cuando llevaba sólo seis meses con Atípica surgió la posibilidad viajar con su expareja a Haití, pues a él lo convocaron como director de América So- lidaria. En ese tiempo Fernanda colaboró con esa y otras ONG como Leche para Haití y Fútbol Más. “Me inspiró real- mente trabajar con ellos, porque es gente con vocación. Hacen ma- ravillas con muy poco presupuesto y su impacto es fundamental. Haití es un país que tiene mucha pobreza y problemáticas sociales; y sus proyectos apuntan a mejorar la educación, la vivienda, la sa- lud y el desarrollo comunitario”. ¿Cuáles fueron tus primeros trabajos? Documenté la inauguración de la Escuela República de Chile, un proyecto muy importante de una escuela que se había caído en el terremoto. Este fue un esfuerzo conjunto del gobierno chileno con el haitiano, América Solidaria y otros agentes. Fue increíble ver a esas quinientas niñas corriendo felices por los pasillos, luego de estar cuatro años en colegios provisorios en pésimas condiciones. Desde ahí buscaste siempre trabajos de ese estilo… Sí, a mí me incomoda mucho la cobertura que les dan a países como Haití, pues está muy estigmatizado por el tema de la pobreza y tiene una riqueza cultural que rara vez vemos. Hay mucha creati- vidad, música, pintura, arte y, sobre todo, una calidad humana muy valiosa. Por eso intenté, en la media de lo posible, retratar esa otra cara. Como sociedad estamos cansados del morbo y la miseria. ¿Qué fue lo más complicado? Al trabajar con niños que están malnutridos, me complicó mucho cómo retratarlos sin vulnerarlos, pero al mismo tiempo ser fiel a la realidad y ese conflicto se refleja en mis trabajos. Una vez me pasaron a mis brazos una niñita de once meses que no pesaba más de tres kilos, no aguanté y rompí en llanto. No es posible que la humanidad permita que estas cosas ocurran. Además, el primer año casi no pude trabajar, fue difícil. Cuando salíamos a la calle la Entendí que la fotografía va más allá de un retrato, de la moda o de lo publicitario. Puede ser un agente de cambio y mostrar realidades que se invisibilizan”.
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