TELL SANTIAGO JULIO 2019

Y fue precisamente Casita de dulces la obra con la que su mamá, la escritora Beatriz García-Hui- dobro, ilustró la portada de su libro Hasta ya no ir . “Ella siempre me ha incentivado. Me llevaba a museos y me mostraba libros de arte desde que tengo recuerdos. Además que el talento ar- tístico viene de ella”. Las obras de Lorca conviven en las paredes de su casa con grabados y pinturas del austríaco Von Bayros, los chilenos Víctor Castillo y Rafael Yaluff y el colombiano Felipe Alonso, con quien compartirá plaza en una exposición que tiene programada en Barcelona para enero del 2020. “Estarán también Alex Kanevsky y Golucho, pe- sos pesados de la pintura figurativa”. ¿Qué otros proyectos tienes en mente? Tengo un libro, Vida eterna, que se está comerciali- zando en Europa y Estados Unidos. También estoy en conversaciones con una editorial española para sacar un buen libro de arte este otro año. Europa es un mercado infinitamente más grande y más consumidor de arte que el chileno. ¿Cuál ha sido tu obra más desafiante? Siempre las más desafiantes son las que van a venir. T Retrato las pulsiones de la vida. Me gusta que mis cuadros tengan quiebres, porque incluso en los cuadros más trágicos hay belleza y esperanza”. Casita de dulces Gustav Doré y Arthur Rackham. Y también mucho referente de cine y animación japonesa. Te comparan mucho con los pintores barrocos Los pintores antiguos son referencias del oficio, eso es inevita- ble. Son las vacas sagradas en la pintura. Lo que me interesa es llevar mi pintura lo más lejos posible. ¿Qué buscas lograr con tus cuadros? Lograr un objeto preciado, y ojalá dejar un pedazo de vida. ARTE INSPIRADOR La puerta tallada de la entrada del taller se la trajo de la India. Igual que la de su casa, distante a unos metros. En él conviven con total libertad sus pinturas, sus atriles, sus pinceles y la pale- ta, donde mezcla con un virtuosismo innegable los colores que más tarde darán vida a escenarios personales y únicos. “Hay que tener mucha paciencia con esto, porque la vida anda muy rápido y este es un proceso antiguo, mucho más lento”. ¿Cuál es el mejor momento para pintar? Me gusta pintar de noche. Soy seco para el youtube, escucho de todo, programas tontos, conferencias, audiolibros, hay días en que ando más musical, pero no siempre. ¿Alguna obra que haya quedado en tu retina? Casita de dulces (formó parte de la exposición en la galería Hilario Galguera, en Ciudad de México el 2012). Me gustaba mucho, ade- más que la tuve harto tiempo en mi casa y cuando las tengo tanto tiempo ya forman parte de mí. Ese valor simbólico, esa magia que agarran los objetos, se da con el tiempo.

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