TELL SANTIAGO JUNIO 2019

75 tell. cl A mantes de la naturaleza, amigas y concuñadas María Ignacia Ed- wards y María José Peralta, esta- ban en busca de un emprendi- miento que las ayudara a aportar con un granito de arena a la so- ciedad. Fue así como hace poco más de un año hicieron una apuesta con Oh! Seeds, empresa B certificada, que incentiva el cuidado del medio am- biente a través de bombas de semillas y productos elaborados con papel de semillas. María José Peralta es viñamarina, estudió Inge- niería Comercial en la Universidad Adolfo Ibáñez, luego se fue a vivir a Santiago donde estuvo por diez años trabajando en retail. Pero su sueño era emprender en algo que tuviera un impacto más allá de lo económico. Por su parte, María Ignacia Edwards es santiagui- na y publicista de la Universidad del Desarrollo, con experiencia en el área de comunicaciones, agencias de publicidad y agencias digitales. Justo cuando estaba realizando un máster en marketing digital en Barcelona, el año 2016 —porque tam- bién quería lanzarse con algo propio—, su concu- ñada la motivó a buscar novedosas ideas en el extranjero. “Queríamos hacer un negocio que sig- nificara un cambio positivo para la sociedad y así encontramos la técnica Nendo Dango que inventó el agricultor, biólogo y filósofo japonés Masanobu Fukuoka. Este sistema consiste en bolitas de arci- lla donde las semillas son encapsuladas para así Inspiradas en la técnica japonesa de Masanobu Fukuoka, María Ignacia Edwards y María José Peralta crearon Oh! Seeds, un emprendimiento basado en bombas de semilla que busca, a través de regalos ecológicos, incentivar un mundo más sostenible. Además de aportar a la integración social, pues su mano de obra es producida por jóvenes con discapacidad intelectual. Por María Inés Manzo C. / Fotografía Andrea Barceló A. aumentar sus posibilidades de germinación. Hace muchísimos años que se utilizan para la reforesta- ción en otros países, pero nosotras quisimos utili- zarlas desde el marketing con semillas de huerto o flores, con envases atractivos y personalizados”, cuenta María José. “Vimos una posibilidad real en las empresas, porque muchas están adoptando prácticas más sustentables, pero al momento de comunicarlo no estaban aplicando bien el concepto. Por ejemplo, seguían usando volantes, papelería o tazones que generaban basura. Por eso quisimos darles a es- tas bombas de semillas un sentido más comunica- cional y las pusimos en envases biodegradables y con mensajes adecuados para cada uno de nues- tros clientes”, agrega María José. Si bien hoy los regalos corporativos son su princi- pal negocio, también realizan pedidos para matri- monios u otro tipo de celebraciones. Sus bombas de semillas llaman la atención por su atractivo co- lorido, realizado con pinturas que no son tóxicas, biodegradables y que no afectan a los suelos ni a la germinación. “Cuando la gente recibe estas bombitas muchos no saben lo que son, y se sorprenden con la expe- riencia, sobre todo los niños. Sólo las lanzan en la tierra (no hay necesidad de enterrarlas), las riegan y ven todo el proceso de crecimiento. Lo interesan- te es que cuando se rompe el cascarón, la plantita ya viene crecida. Esto hace que las probabilidades

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