TELL SANTIAGO MAYO 2019
AL RESCATE 47 tell. cl Álex Muñoz El chileno, actual director para América Latina del proyecto Pristine Seas de National Geographic y recientemente distinguido por la Universidad de Yale, comenta sobre los estragos que causará la contaminación y sobreexplotación de los océanos, cuyos efectos ya se están viendo. Por Bernardita Cruz Fotografía gentileza Álex Muñoz. E staba en la cancillería, en medio de una reunión para analizar colabo- raciones para la APEC de este año que se realizará en Chile, cuando le llegó un mail de la Universidad de Yale. Supuso que podía ser algo im- portante y prefirió esperar para leerlo con calma. Un par de horas más tarde, ya solo, lo revisó y se enteró que había sido elegido por esa prestigiosa casa de estudios como World Fellow 2019, un re- conocimiento entregado a líderes mundiales que se han distinguido por generar impactos positivos en el planeta. Confiesa que se sorprendió, sobre todo porque jamás recibir un premio ha sido un objetivo para él y porque, además, siempre ha considerado que cada logro corresponde a un trabajo en equipo. “Esto no es un triunfo personal”, comenta mien- tras recuerda que su acercamiento al medio am- biente fue en el año 2003, cuando luego de tra- bajar como abogado en temas sociales como los derechos de la mujer, llegó a Oceana, considerada la organización internacional más importante de- dicada a conservar y proteger los mares a nivel mundial. “Ahí me di cuenta de que las problemáti- cas sociales y ambientales tienen un denominador común: siempre hay una partemás débil que sufre las consecuencias de abusos”, asegura. ¿Qué fue lo que más te sorprendió a tu llegada al mundo medioambiental? El poder que se maneja en las relaciones econó- micas. Las grandes empresas son capaces de dominar incluso a un país. Vi, por ejemplo, cómo algunas pesqueras influyen tremendamente en la legislación, también las salmoneras, las termoe- léctricas a carbón… Se están investigando casos de corrupción derechamente. Ya no solo se trata de conflictos de interés, sino que de cohecho. Son pesqueras enormes que le han pagado a par- lamentarios para hacer leyes a su favor. Eso me parece de la mayor gravedad. Lo que me llamó la atención es cómo estas empresas obtienen sus utilidades abusando del medioambiente y de las comunidades. Y en el caso de las industrias extrac- tivas de recursos naturales, también se da mucho la influencia del dinero en la política, justamente para que se les permita hacer algo que en ningún otro país podrían realizar. Ha pasado más de una década desde tu llegada al sector medioambiental, ¿ha ido cambiado en algo el panorama con el que te encontraste? La tendencia de las empresas de influir en sus re- gulaciones es permanente, pero la sociedad civil está cada día más eficaz en detener y denunciar estas cosas para que no sigan ocurriendo. Hoy tenemos senadores investigados por la justicia y también presidentes de partidos políticos. Eso era impensable hace diez años. Por fin estas cosas es- tán saliendo a la luz y espero que cada vez poda- mos frenar más la corrupción. ¿Cuáles fueron los mayores logros de Oceana mientras estuviste ahí? La creación del primer parquemarino alrededor de Salas y Gómez, cerca de Isla de Pascua. También haber introducido las primeras reformas ambien- tales en la ley de pesca. Logramos que se prohibie-
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