TELL SANTIAGO MAYO 2019
42 tell. cl tas; y después de cinco años que nos estaba yendo bien en Chile este mismo inversionista dobló la oferta y nos fuimos a Estados Uni- dos, sin él no hubiese sido posible. ¿Cómo comenzaron? Decidimos hacer DropControl que es el concepto que existe hoy y se vende también en Estados Unidos. Antes teníamos unos sistemas “prenube”, pero decidimos diseñar este sistema desde cero, enten- diendo que se usaría fuerte Internet en el futuro. Hicimos desde el hardware hasta la nube completa. La verdad es que fue una tremen- da tarea, pero era una obsesión para nosotros que existiendo tanta tecnología la agricultura no la ocupara. ¿Fue muy complicado? Bastante, si le preguntabas a cualquier agricultor si queríamanejar su campo desde el celular, la respuesta siempre era sí. El tema es que ese sistema debía funcionar ¡porque no puede dejar de regar si se le cortó internet! Cuando partimos, además, muchos seguían usando el “celular de palo” y hoy no hay ninguno que no tenga smartphone . Este sistema ha ido evolucionando con la tecnología también. ¿Cómo funciona DropControl? Desde tu celular puedes apagar y prender el riego, y programarlo de manera gráfica, como de carta Gantt. Está diseñado para analizar todo lo sucedido con el riego y el clima durante la temporada y esta información está segura en la nube, sin servidores ni software quemantener. También posee visualiza- ción de mapas que permite ver, fácilmente, el esta- do del campo y ubicar los problemas rápidamente. La gracia es su acceso remoto a la información; esta plataforma está siempre disponible y donde quiera que esté el cliente, a través de un servidor web. ¿Cuántos nodos se necesitan para un campo? En promedio es uno por cada diez hectáreas. Pero depende del cliente, tenemos campos en Estados Unidos que tienen doscientos de estos aparatos en cincuenta hectáreas, porque son invernaderos de arándanos de alta densidad. En cambio en los almendros hay dos de estos aparatos que mane- jan todo. DE VIÑA A FRESNO “Una gran ventaja que tenemos es nuestra calidad de ingenieros y programadores. Son personas muy capacitadas que están a la par con profesionales del extranjero. Y ese es un gran orgullo, porque des- de Viña del Mar nos hicimos conocidos internacio- nalmente. Primero probamos unos cinco años en los campos de aquí, y lo fuimos mejorando. Cuando lo creamos tratamos de hacer algo disruptivo a nivel mundial. La tecnología no es negocio en Chile, es extremadamente cara para llegar sólo a diecisiete millones de personas”. Decidimos hacer DropControl que es el concepto que existe hoy y se vende también en Estados Unidos. Hicimos desde el hardware hasta la nube completa. La verdad es que fue una tremenda tarea, pero era una obsesión para nosotros que existiendo tanta tecnología la agricultura no la ocupara”. Luis Felipe Escobar, Cristóbal Rivas y José Ulloa
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDQ4NTc0