TELL SANTIAGO MAYO 2019

LIBRE VUELO La política general del parque es de no desperdiciar el papel y que cada visitante se lleve de vuelta su propia basura; por ello, para po- der ingresar, hay que reservar previamente y comprar el pase en su página web. Desde la entrada, donde ya se puede comenzar a apreciar el inmenso terreno y su gran tranque, nos dirigimos hacia el aviario donde nos espera nuestro guía, Camilo Munizaga. “El nombre de Parque Tricao es en honor del loro Tricahue, uno de los cinco loros que se puede encontrar en Chile desde la cuarta a la sexta región. En los años ochenta, por la presencia del hom- bre, este desapareció de la zona y en la actualidad sólo se ve en la precordillera. Pero hasta el día de hoy se mantienen los nidos que hicieron en estas quebradas y donde colocan sus huevos muchas de nuestras aves”, nos cuenta. Actualmente este es el aviario más grande de Sudamérica —con casi novecientas aves exóticas de todo el mundo—, integradas en un ambiente controlado y en un terreno de dos hectáreas. “Las ma- llas del aviario protegen a las aves del mundo exterior y viceversa. Como no pertenecen a este ambiente, aquí contamos con todos los cuidados para protegerlas, trabajamos bajo la supervisión del SAG con una veterinaria especializada y un ornitólogo. Todo el ambiente del aviario es artificial y se adecuó para su bienestar; pero los árbo- les son del bosque esclerófilo (como boldos y peumos) y se agre- garon algunos helechos y mallas de coco para evitar derrumbes. Nuestro trabajo como guía es muy bonito, pues no solo estudiamos la flora y fauna del parque, sino que específicamente la vida de es- tas aves”, señala. Aquí podemos encontrar más de cincuenta especies, de todos los lugares del mundo como África, Brasil, Australia, India, entre otros. También hay siete especies de faisanes provenientes de China, Mongolia y Taiwán. Y turacos africanos que destacan por su bello colorido. El espacio está construido para que se pueda disfrutar en tres ni- veles distintos. En el primer nivel están los cuerpos de agua con diferentes especies de patos. El segundo es el nivel del suelo donde las aves comen y vuelan entre medio de las copas de los árboles. Y el tercero, sobre las copas, sobresale por un puente colgante de 52 metros de largo y 30 metros de alto que atraviesa el aviario. Una buena recomendación es visitar esta área del parque enmaña- nas o días nublados, pues el avistamiento es mucho mayor que en día con sol, ya que muchas especies se esconden. Uno de los gran- des atractivos es que las aves transitan en libre vuelo y mientras se va avanzando (en un recorrido de aproximadamente una hora), pasan por encima de la cabeza o caminando entre los senderos. “Para asegurar una buena experiencia no se puede correr o gritar; ni ingresar con comida o darles de comer a las aves. Tampoco pue- den tocar ni llevar ninguna pluma o cáscara de huevo. Siempre hay Aratingas del sol Macho de loro ecléctico Pionus cabeza azul

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