TELL SANTIAGO ABRIL 2019

80 tell. cl ¿Hoy sigue siendo una viña familiar? Sí, hoy trabajo con mi señora Cristina, y de mis tres hijos el más inte- resado es el menor, de catorce años, que en un futuro sueña con ser enólogo. Para mí es un gran orgullo que se pueda seguir este legado cuando yo no esté. CORNISA “Nuestros vinos van desde las cepas más tradicionales como Ca- bernet Sauvignon, Carmenere, Syrah, Malbec, hasta algunas menos conocidas como Cabernet Franc, Petite Sirah, Petit Verdot, Zinfandel, Sangiovese, entre otras. Pero uno de nuestros grandes atractivos es el Late Harvest de uva muscat y el vino de altura que bautizamos como “Cornisa” —producido a 1.600metros de altitud, camino a Por- tillo—. En Chile sólo hay otros dos vinos demontaña y son totalmente diferentes en sabor y aroma”. ¿Cómo nace la idea de hacer vinos en altura? La verdad no es algo que yo haya inventado, pues esta es una idea en la que me inspiré en un viñedo italiano. Mi papá siempre me decía que teníamos que diferenciarnos, así que como toda la vida hicimos montañismo se nos ocurrió ir a buscar terrenos hacia la cordillera. Siempre me llamó la atención y me entusiasmó tener un viñedo extre- mo. Tres años después de plantar en los terrenos de abajo, en 2012, lo hicimos arriba. Son unas cua- tro hectáreas, de las cuales ya tenemos lista una, y que iremos plantando de a poco. ¿Qué especies plantaron? Probamos con seis cepas y vimos con cuáles se daban. Así nos quedamos con el Syrah-Malbec, nuestro vino insignia (en proporción 60% 40%) y el Uno de nuestros grandes atractivos es el Late Harvest de uva muscat y el vino de altura que bautizamos como Cornisa, producido a 1.600 metros de altitud, camino a Portillo. En Chile sólo hay otros dos vinos de montaña y son totalmente diferentes en sabor y aroma”.

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