TELL SANTIAGO FEBRERO 2020
72 tell. cl “Llevar una vida menos desechable y más consciente”, fue la ins- piración por la que Catalina Hotz creó Glas Halm (palabras alema- nas vidrio y tallo), bombillas de vidrio que hoy se venden desde Iquique hasta Coyhaique. Su emprendimiento comenzó hace más de dos años y medio y en relación al deporte que practica. “El surf es mi pasión y llevo un estilo de vida bien ligado al mar. He tenido la suerte de viajar mucho en los últimos años, donde he aprendido de distintas cul- turas. Fue así que decidí crear un proyecto para colaborar con un granito de arena al problema mundial de la contaminación. Mu- chas veces surfeando o simplemente nadando me encontraba de frente con basura y, como las estadísticas señalan, cada vez hay más plástico en las playas a nivel mundial”. “En Chile pareciera no notarse tanto debido a las corrientes, pero en islas como Hawái o Bali es impactante. Tuve la oportunidad de ir con grupo de amigas en velero hacia Tahití y nos bajamos en un atolón en medio del Pacífico. Era un lugar totalmente virgen donde sólo había aves anidando entre medio de kilos de basura. Ahí se nota el impacto de la basura humana y cómo ataca direc- tamente a la flora y fauna”. Las bombillas plásticas están dentro de los diez elementos más encontrados en los océanos, junto a las colillas de cigarros y ta- pas plásticas. Además, se calcula que una persona puede utilizar una bombilla plástica alrededor de veinte minutos, pero demora doscientos años en degradarse. “Los animales marinos las con- funden con su alimento y terminan muriendo porque se las tragan Mi idea es que el primer producto fuese una bombilla, pero lo que me gustaría hacer con la marca es ir mucho más allá para crear hábitos, que sean el comienzo de una ola sustentable para inspirar a otros”. o acumulan mucho plástico en sus estómagos. En Indonesia, en todos los jugos y cocteles para los turistas las usan. Aun así hay un par de alter- nativas sustentables y encontré las bombillas de vidrio. A mí me gustó mucho porque es la opción más higiénica, no adquiere ningún olor ni sabor”. Mucho antes de la prohibición de bolsas y bombi- llas plásticas en Chile, Catalina ya había comenza- do con este emprendimiento. El primer local que creyó en ella fue El Patio de Reñaca y hoy ya cuen- ta con cinco canales de venta que incluyen su pá- gina web, puntos de ventas (en cafés, restauran- tes y tiendas) y colaboraciones con otras marcas. “Mi idea es que el primer producto fuese una bombilla, pero lo que me gustaría hacer con la marca es ir mucho más allá para crear hábitos, que sean el comienzo de una ola sustentable para inspirar a otros”. Las bombillas Glas Halm se pueden comprar por unidad y en diferentes kits (con o sin vidrio de colo- res), cepillo limpiador y funda protectora. El bamboo kit, además incluye una funda protectora hecha de bambú, sustentable y biodegradable, especialmen- te para viajeros. Otra de las novedades en el súper kit con cubiertos de bambú, perfecto para hacer un picnic y no usar servicios desechables. NO MÁS PLÁSTICO www.glashalm.cl / Facebook: @glashalm / Instagram: @glas_halm
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