TELL SANTIAGO FEBRERO 2020
30 tell. cl Ha habido una recuperación de la poesía en las calles, a lo largo de todo Chile, y en los lugares más inesperados. No solo han servido para protestar y lanzar insultos o plantear demandas, también para plasmar ideas y conceptos filosóficos”. Algo llamativo es que las calles se han convertido en un gran lienzo. Sí, ha habido una recuperación de la poesía en las calles. No solo han servido para protestar y lanzar insultos o plantear de- mandas, también para plasmar ideas y conceptos filosóficos. Me sorprendió ver algunos fragmentos de mis poemas puestos como esloganes, entre ellos, “Tu rabia es tu oro”. “Palabrarmas” que yo ideé en otro contexto, en los años setenta, y que hoy se han convertido en banderas. Vives fuera hace décadas. ¿Qué es Chile para ti? Una incógnita. FAMILIA, INFLUENCIAS Y AMOR Vicuña, que tiene ascendencia indígena, por línea materna, y vasco-irlandesa, por el lado paterno, se crió en una familia de artistas en La Florida, cuando esta comuna era un campo con laguna y animales. “Crecí andando entre caminos de tierra. Las casas tenían bibliotecas y talleres. Los niños tenían una vida propia; yo exploraba por mi cuenta y sacaba mis propias con- clusiones”. ¿Cómo era eso? Mis abuelas fueron Teresa Vicuña, la escultora, y Teresa Are- nas, una cantante de ópera que, a los veinte años, se casó y dejó de cantar; lo hacía solo en la casa... Era un ambiente no estructurado. Se enseñaba a cultivar y plantar; la greda de mi tía Rosa Vicuña, una escultora olvidada pero muy importante, Hace poco, tras el estallido social, estuvo en Chile. Entre otros actos, leyó poemas con Elvira Hernández, realizó una performance con el colectivo de arte La Casa de las Recogidas y una ritualización de las aguas del Mapocho —un tema que a Vicuña le ha interesado desde los años sesenta, “cuando se comenzaba a hablar que la próxima gran crisis de la humanidad iba a ser la del agua”—, y tuvo un diálogo público con Las Tesis. Amediados del año pasado, en una entrevista, di- jiste que los chilenos estaban semidrogados, dor- midos. ¿Qué te ha parecido el despertar de Chile? Maravilloso. Inesperado. Ha implicado un cambio en la historia de Chile... Es un movimiento trans- versal, donde hay niños, abuelitos, obreros, docto- res. Doctores que están recuperando la esencia de su profesión: dándose ahí, a los demás, gratui- tamente. Es algo hermoso. “No son 30 pesos, son 30 años”. ¿Habría sido diferente si el presidente no fuera Sebastián Pi- ñera? Quién sabe. James O’Hern Mathias Voelzke
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